Por supuesto, el dinero en la forma de papel o metal, es improbable que se desvanezca por completo. Pero salvo que se produzca un holocausto nuclear o cataclismo tecnológico, el dinero electrónico proliferará y estará en las muchas alternativas, debido a que combina el intercambio con el mantenimiento de datos en tiempo real, eliminando muchas de las ineficiencias costosas que existen con el sistema de dinero tradicional.
Si ponemos todo esto junto, un patrón sorprendente se presenta. El capital, que significa la riqueza que ponemos a trabajar para aumentar la producción, cambia en paralelo con el dinero y ambos toman una nueva forma cada vez que la sociedad conlleva una transformación mayor.
A medida que ello pasa, su contenido de conocimiento cambia. En la sociedad agraria, la moneda de metal contenía una cantidad de conocimiento cerca a cero. Este dinero fue no solamente tangible y durable sino presente en una era de ignorancia, en el sentido de que su valor dependía de su peso, no de las palabras impresas.
El dinero de la sociedad industrial consiste de papel impreso y lo que está impreso en este papel es de importancia. El dinero es simbólico, pero aún tangible. Esta forma de dinero corre paralelo con una sociedad con educación de masas.
El dinero de la sociedad del conocimiento consiste cada vez más de pulsos electrónicos. Es evanescente, trasferido instantáneamente y monitoreado en la pantalla de vídeo. Es de hecho, un fenómeno de vídeo en sí mismo. El dinero de la sociedad del conocimiento es información, la base del conocimiento.
Bitcoin es una nueva moneda experimental que está en desarrollo activo. Aunque se volverá menos experimental a medida que su uso se expande, se debe tener en mente que es un nuevo invento y que está explorando nuevas ideas, que nunca se intentaron con anterioridad. Bitcoin usa la tecnología peer-to-peer para operar sin una autoridad central o bancos. La administración de las transacciones y sus emisiones, se llevan a cabo colectivamente por la red. Bitcoin es open source, su diseño es público, ninguna persona es dueña o lo controla y cualquiera puede usarlo. A través de sus propiedades únicas, Bitcoin permite usos interesantes que no pueden ser prestados por ningún sistema de pagos anterior.
Cada vez en aumento, desposeído de su envoltura material, el capital y el dinero cambian en conjunto a lo largo de la historia, moviéndose desde su forma de tangible total a formas simbólicas y posteriormente a formas super simbólicas.
Estas secuencias de transformaciones están acompañadas por un profundo cambio de creencia, casi que una conversión religiosa, desde una confianza en cosas tangibles como el oro o papel a creencias de que aún lo más intangible pulsos electrónicos pueden ser usados para intercambiar productos y servicios.
Nuestra riqueza es una riqueza de símbolos. Y así también, en un cierto grado, es el poder que tiene.
