El Concejal Juan Manuel Díaz del partido Nuevo Liberalismo ha levantado una voz de alarma sobre la salud mental de los niños, niñas y adolescentes en Bogotá, revelando cifras alarmantes que ponen en evidencia una situación crítica. Según datos de la Secretaría de Educación Distrital, 1 de cada 8 estudiantes de secundaria en la capital ha considerado hacerse daño, y 1 de cada 34 ha intentado quitarse la vida, destacando la urgencia de abordar este problema.
El maltrato, el abandono familiar y las rupturas amorosas son factores de riesgo que contribuyen a esta problemática, señalando la importancia de una gestión socioemocional más efectiva. El Concejal cuestiona las acciones del sector salud y educación para garantizar el acceso a servicios de salud mental y prevenir estos trastornos, subrayando la necesidad de un plan de acción concreto.
A nivel nacional, las estadísticas del Ministerio de Salud y Protección Social son igualmente preocupantes, con el 44,7% de niños y niñas en Colombia mostrando indicios de problemas mentales, siendo el 2,3% afectado por trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Estas cifras, especialmente altas en mujeres, resaltan la necesidad de una mayor atención y recursos para la salud mental en el país.
Con solo 1200 psiquiatras en Colombia, lejos de las recomendaciones de la OMS de tener al menos 10 profesionales por cada 100 habitantes, se hace evidente la urgencia de más apoyos y recursos para abordar esta crisis. El llamado a las autoridades es claro: se necesitan medidas urgentes para garantizar servicios de salud mental y programas de prevención efectivos en las instituciones educativas.
En las localidades con mayores índices de menores con problemas de salud mental como Suba, Kennedy y Ciudad Bolívar, se hace imperativo actuar. Con programas como «Bogotá Camina Segura», es crucial abordar la salud mental para reducir tasas de suicidios y brindar atención integral a los jóvenes. Un estudio entre la Universidad Nacional y la Secretaría de Educación reveló que más de 10.000 niños, niñas y adolescentes en Bogotá enfrentan problemas mentales, exigiendo una respuesta inmediata.
La falta de diálogo familiar, el aumento del acoso escolar y el abuso intrafamiliar han contribuido a un preocupante escenario donde 1 de cada 4 niños ha tenido pensamientos suicidas. Es esencial implementar estrategias preventivas y aumentar el presupuesto destinado a la salud mental para proteger a la población más vulnerable. La salud mental no es un tema aislado; es un derecho fundamental que requiere atención urgente y recursos adecuados para garantizar el bienestar de nuestros niños y jóvenes.