La joven cantante rompe el silencio tras la ola de críticas por su relación con Christian Nodal, pidiendo comprensión y espacio para vivir su amor.
Ángela Aguilar, ha decidido hacer frente a la polémica desatada tras confirmarse su relación con el cantante Christian Nodal. En una sincera entrevista, Aguilar defendió su derecho a amar y ser feliz, pidiendo a la vez respeto y comprensión a su privacidad.
Aguilar, quien siempre se ha caracterizado por su discreción, se mostró inusualmente abierta al hablar de sus sentimientos, asegurando que «la gente no tiene por qué saber mi verdad». La cantante enfatizó que las críticas y especulaciones no cambiarán lo que siente, pues ella tiene clara su verdad y quienes realmente importan en su vida también la conocen.
Criada en el seno de una de las familias más importantes de la música mexicana, Ángela Aguilar creció bajo la sombra de sus famosos padres y abuelos. La cantante remarcó la influencia de sus raíces en su forma de afrontar la situación, recordando los valores de privacidad y respeto que siempre han caracterizado a la dinastía Aguilar.
«Soy la hija de Pepe Aguilar y la nieta de Flor Silvestre, y si algo me han enseñado es que tu verdad hay que vivirla, tu amor hay que cantarlo», afirmó Ángela. La artista lamentó que en la actualidad parezca que «para que algo venda tiene que estar mal», recalcando que en su relación con Nodal no hay nada oscuro ni reprochable. «No hicimos nada, no matamos a nadie, no rompimos nada, es amor», sentenció.
Con la madurez que la caracteriza a pesar de su corta edad, Ángela Aguilar hizo un llamado a la empatía, invitando a sus seguidores a recordar sus propias experiencias amorosas a los 20 años. «Denos chance, luego les explicamos bien. No nos crucifiquen antes de saber qué hemos hecho», pidió la cantante a sus detractores.
Como muestra de la seriedad de sus sentimientos, Ángela Aguilar no dudó en sellar su amor por Christian Nodal con un tatuaje. Las letras «CN», en honor a las iniciales de su pareja, ahora adornan la piel de la cantante, un gesto que ha dividido opiniones pero que deja clara la convicción con la que Ángela asume su romance.