En una conversación matutina en Suba Alternativa, el abogado y consultor jurídico Juan Manuel Sáenz compartió su perspectiva sobre la inseguridad que azota la localidad de Suba y Bogotá. Sáenz abordó las estrategias de seguridad en su barrio, destacando la curiosa campaña de la Policía Nacional denominada “No dar papaya”. Aunque parece humorística, esta estrategia refleja la cruda realidad de la falta de acciones preventivas y patrullajes efectivos en la zona.
Sáenz señaló la ausencia de patrullas y cuadrantes en las calles de Suba, situación que deja a los ciudadanos en una posición vulnerable. Según él, la sensación de inseguridad es tan palpable que muchos residentes optan por no exponerse innecesariamente. Aunque existen frentes de seguridad en los conjuntos residenciales, su impacto parece limitado, dejando a la población con la única opción de cuidarse a sí mismos.
Durante la entrevista, también se mencionó la falta de infraestructura policial en la localidad. Sáenz expresó su preocupación ante la inexistencia de una estación de policía o Unidad de Reacción Inmediata (URI) en Usaquén, lo que agrava la percepción de desprotección. Sin presencia policial visible en las calles, la ciudadanía no siente la seguridad que debería ser proporcionada por las autoridades.
En respuesta a la pregunta sobre el desempeño del alcalde Carlos Fernando Galán en temas de seguridad, Sáenz no culpó directamente al mandatario, sino que señaló a la Policía Nacional como la principal responsable de la situación. Según el abogado, la falta de planes estratégicos visibles por parte de la policía ha llevado a un aumento de la criminalidad en Bogotá.
En cuanto al tema de la justicia por mano propia, Sáenz recordó que las capturas ciudadanas están permitidas por la ley, pero subrayó la importancia de no recurrir a la violencia desmedida. Los ciudadanos que capturen a sospechosos de delitos deben entregarlos de inmediato a la policía y evitar agresiones físicas que puedan convertirlos en victimarios.
Finalmente, el consultor reiteró la necesidad de que la ciudadanía se una a través de frentes de seguridad y campañas de prevención, pero siempre dentro del marco legal. La solución no radica en asumir la justicia por mano propia, sino en exigir una presencia policial constante y efectiva que garantice la seguridad en los barrios de Suba y toda Bogotá.