En un final de infarto el Junior de Barranquilla logró una heroica remontada para vencer 2-1 al Unión Magdalena en el emblemático estadio Metropolitano Roberto Meléndez. Los goles de Teófilo Gutiérrez y, en el último suspiro del partido, de Steven Rodríguez, desataron la euforia en la capital del Atlántico y le dieron tres puntos vitales al conjunto rojiblanco.
El clásico costeño, correspondiente a la jornada decima, no defraudó en emociones. Desde el pitido inicial, se palpó la intensidad característica de estos encuentros, con ambos equipos luchando con fervor cada balón. Sin embargo, fue el Unión Magdalena quien golpeó primero, silenciando momentáneamente a la afición local.
Al minuto 34, el delantero Ricardo Márquez aprovechó un preciso centro desde la banda derecha de Jannenson Sarmiento para elevarse en el área y conectar un potente cabezazo que se coló en la portería defendida por Jefersson Martínez. El gol reflejó el buen planteamiento inicial del equipo visitante, que supo neutralizar las primeras embestidas del Junior con una sólida línea defensiva liderada por Rafael Perez y Martin Payares, y un orden táctico que dificultó la generación de juego del cuadro local. Las estadísticas del primer tiempo evidenciaron la efectividad del Unión: a pesar de tener una posesión de balón del 45%, lograron concretar una de sus tres llegadas al arco rival. Por su parte, Junior, con un 55% de posesión, intentó en cinco ocasiones, pero sin la precisión necesaria para batir al portero Eduar Restrepo.
La primera mitad dejó en evidencia la falta de claridad en el último pase del Junior y la solidez defensiva del Unión, que se mostró compacto y agresivo en la marca, cortando constantemente el ritmo del partido con infracciones tácticas. Jugadores como Jose Enamorado o Guillermo Paiva intentaron desequilibrar por las bandas y generar peligro con remates desde fuera del área, pero la muralla defensiva visitante se mantuvo firme.
Para la segunda mitad, el técnico del Junior, consciente de la necesidad de revertir el marcador, movió el banquillo estratégicamente. Los ingresos de Luis González, el experimentado Teófilo Gutiérrez, el joven talento Déiber Caicedo y el delantero Steven Rodríguez le dieron un nuevo aire al ataque rojiblanco. Estos cambios resultaron determinantes para cambiar el rumbo del encuentro.
La insistencia del Junior finalmente tuvo su recompensa al minuto 82. En una jugada elaborada en el borde del área, Jhomier Guerrero filtró un pase preciso que encontró a Teófilo Gutiérrez dentro del área. El eterno ídolo juniorista, con la calidad que lo caracteriza, definió con sutileza ante la salida del portero, desatando la alegría en las tribunas y restableciendo la igualdad en el marcador. Este gol significó el primero de Teófilo Gutiérrez en la presente temporada.
Con el empate, el Junior no se conformó y continuó buscando la victoria con ahínco. El Metropolitano se convirtió en un hervidero, impulsando al equipo local a buscar el gol que les diera los tres puntos. Las estadísticas del segundo tiempo reflejan el dominio del Junior: alcanzaron un 68% de posesión del balón y generaron un total de 10 remates al arco, poniendo a prueba constantemente la resistencia del Unión.
Y cuando el reloj marcaba el minuto 90+2, con el empate como un resultado casi definitivo, apareció la figura de Steven Rodríguez para sellar una victoria épica. Tras una falta al borde del área, Luis ‘Cariaco’ González, con su habitual precisión en el golpeo, envió un centro milimétrico al corazón del área. Rodríguez, con una potencia y determinación encomiables, se elevó por encima de la defensa rival y conectó un cabezazo imparable que se coló en la portería, desatando la locura en el estadio.
El gol de Rodríguez, el primero en la presente temporada, fue el premio a la insistencia y al carácter de un equipo que nunca se rindió. La celebración en el Metropolitano fue ensordecedora, reflejando la importancia de una victoria que permite al Junior sumar tres puntos cruciales en sus aspiraciones dentro del campeonato.
Este triunfo representa un importante envión anímico para el Junior, y necesitaba una victoria para fortalecer su posición en la tabla. Con este resultado, el equipo rojiblanco alcanza los 14 puntos y se ubica en la cuarta posicion de la tabla de posiciones, acercándose a los puestos de clasificación.
Por su parte, el Unión Magdalena regresa a Santa Marta con la amargura de haber estado cerca de conseguir un valioso empate en un clásico. A pesar de haber mostrado solidez defensiva durante gran parte del encuentro, no pudieron contener la arremetida final del Junior. Con esta derrota, el ‘ciclón bananero’ se queda con 5 puntos y se ubica en la decimonovena de la tabla, necesitando sumar puntos en los próximos partidos para alejarse de la zona baja.
El vibrante clásico costeño dejó claro que la rivalidad entre Junior y Unión Magdalena sigue viva y generando emociones fuertes en el fútbol colombiano. La capacidad de reacción del Junior y la aparición determinante de sus jugadores de refresco marcaron la diferencia en un partido que se definió en los últimos instantes, dejando una lección de lucha y perseverancia.
