Vecinos del barrio Villa Gloria y zonas aledañas han alzado su voz para denunciar una grave problemática social que, aseguran, emana del patio taller de buses del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) ubicado en el sector. La comunidad señala que la situación ha generado inconvenientes de movilidad, afectaciones a la convivencia y un ambiente de constante tensión.
El principal punto de conflicto se centra en la Carrera 132, donde, según los residentes, los conductores del SITP estacionan sus vehículos particulares invadiendo los garajes y accesos de las viviendas. «Llegan a trabajar y simplemente dejan sus carros frente a nuestras casas, impidiéndonos salir con nuestros propios vehículos», afirma un residente afectado que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias. La comunidad denuncia que esta práctica se ha vuelto recurrente, convirtiendo la cuadra en un parqueadero improvisado, y que algunos de los infractores incluso residen en el mismo sector.
Los intentos de la comunidad por dialogar con los conductores han sido infructuosos, aseguran los vecinos. «Les hacemos el reclamo y son groseros, incluso hemos recibido amenazas», relata otro residente, visiblemente afectado por la situación. La comunidad afirma haber elevado sus quejas a los representantes de TransMilenio, pero lamentablemente, «no nos hacen caso».
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Rumba y Ruido Inducido por Consumo de Alcohol
La problemática se agrava con la presencia de una cafetería y una tienda de licores en la misma cuadra. Los residentes denuncian que en estos establecimientos se consume licor hasta altas horas de la tarde, lo que deriva en fiestas improvisadas con vehículos particulares. «Hay un carro con parlantes que emiten ruido a altos decibeles, y no nos dejan descansar», señalan los vecinos, quienes se sienten atrapados en medio del constante bullicio. La comunidad identifica a «Consorcio Expres» como la empresa que, según ellos, contrata a la parte privada de conductores del SITP en la zona.
Humo y Obstrucción por Volqueta
A los problemas anteriores se suma la presencia de una volqueta que, de manera habitual, se estaciona en la cuadra. Los residentes reportan que el propietario enciende el vehículo, generando una gran cantidad de humo que ingresa a las viviendas, provocando malos olores y afectando la calidad del aire. «Se le hace el reclamo y se ponen de mal genio», lamentan los afectados, quienes se sienten desamparados ante la falta de consideración y el impacto en su salud.
La comunidad de Villa Gloria y los barrios aledaños hacen un llamado urgente a las autoridades de tránsito y a TransMilenio para que intervengan de manera efectiva en esta situación. Exigen medidas concretas que garanticen el respeto a la movilidad, la convivencia pacífica y el derecho al descanso de los residentes.
