Un creciente problema de incivismo y contaminación visual tiene molestos a residentes de varios barrios, especialmente en la localidad de Suba. Lo que inicia como un acto responsable —recoger el excremento de sus mascotas— se está transformando en un foco de insalubridad y deterioro de la imagen urbana: bolsas de colores llenas de heces caninas colgando de postes, árboles, y mallas de escenarios deportivos.
El fenómeno, que ha sido denunciado de manera reiterada por la comunidad, no solo genera una vista desagradable, sino que está provocando malos olores y un aumento preocupante en la proliferación de moscas verdes, creando un foco de contaminación que afecta directamente la calidad de vida en los sectores.
El dilema de la basura: entre la recogida y el abandono
La problemática tiene dos caras. Por un lado, está la falta de civismo de aquellos dueños que simplemente abandonan el excremento. Por otro, se encuentra un dilema para los propietarios responsables: la escasez de cestos de basura adecuados.
«Vemos cómo recogen la caca en bolsas de colores, pero al no tener dónde botarlas, las cuelgan de los árboles de los parques o las amarran a los postes de energía. Esto genera una imagen terrible y es un problema de contaminación visual que se suma al de salubridad», explica una mujer que reside en el sector de Suba.
Esta práctica, aunque mejor que el abandono directo en el suelo, se ha convertido en una molestia recurrente y en un símbolo de la mala gestión de estos residuos.
Los puntos críticos
- Berlín de Suba
- Urbanización Cafam
- Bilbao
- Caminos de Esperanza
- Urbanización Santa Rita
- Gran parte de la zona de Rincón
- Suba Centro
Estas zonas, caracterizadas por una alta afluencia de mascotas, son las que más sufren el impacto de las bolsas suspendidas en el espacio público.
Llamado urgente a la administración
Ante la desesperación, los afectados han elevado un llamado urgente a la administración local y distrital. La comunidad pide una solución concreta y práctica:
- Instalación de canecas o dispensadores especiales: Solicitan la ubicación de contenedores diseñados específicamente para el desecho de excrementos caninos en parques y zonas verdes de alta afluencia.
- Material no metálico: Hacen énfasis en que, para evitar el robo y la venta de los contenedores por parte de habitantes de calle, estos no sean metálicos, sugiriendo el uso de materiales plásticos.
- La comunidad espera una pronta respuesta que combine pedagogía sobre el civismo con infraestructura adecuada, poniendo fin a la «decoración» insalubre que hoy deteriora la imagen de sus barrios.









