El Instituto Nacional de Vías (Invías) ha encendido las alertas en todo el territorio nacional ante el impacto de la segunda temporada invernal, que ya deja un saldo de 880 emergencias viales atendidas. De ese total, 417 han generado cierres totales y 463 cierres parciales, afectando de manera directa la movilidad en departamentos estratégicos para la economía del país como Boyacá, Nariño, Caquetá, Santander, Chocó, Huila y Cauca. Las autoridades viales reconocen que la situación, aunque bajo control, exige una respuesta constante y coordinada entre los niveles local, departamental y nacional.
Las causas detrás de esta ola de emergencias son diversas, pero los movimientos en masa encabezan la lista con 683 casos, seguidos de la caída de material vegetal (115), la pérdida de banca (32), inundaciones (16) y daños estructurales en puentes (12). Ante este panorama, el Invías ha desplegado maquinaria pesada, equipos técnicos y personal especializado con el objetivo de mantener la seguridad y la transitabilidad en las principales rutas del país. El trabajo, según la entidad, no se limita a remover escombros, sino que busca garantizar soluciones de fondo frente al impacto del cambio climático y la vulnerabilidad de la infraestructura.
Emergencias viales: una lucha contra el invierno y el tiempo
Actualmente, el Invías enfrenta 15 emergencias activas en diferentes regiones. Una de las más complejas se presenta en Norte de Santander, en la vía Aguaclara – Río de Oro, donde los movimientos en masa han bloqueado los kilómetros 29 y 31. En Santander, la situación también es crítica: se reportan pérdidas totales de calzada entre los kilómetros 27 y 29 de la vía Landázuri – Barbosa, además de cierres parciales y totales por deslizamientos en varios puntos. Estos hechos no solo afectan la movilidad, sino que golpean directamente las economías locales, frenando el transporte de alimentos, combustibles y productos agrícolas.
El balance nacional incluye siete cierres vigentes, de los cuales cuatro son totales (en Antioquia, Chocó, Cauca y Huila) y tres parciales (en Cundinamarca, Casanare y Norte de Santander). En cada uno de estos tramos se adelantan obras de recuperación de banca, nivelación de taludes, instalación de puentes metálicos y remoción de material. Además, los ingenieros del Invías trabajan en sistemas de manejo de aguas para prevenir nuevos deslizamientos, una medida clave ante la creciente intensidad de las lluvias. Este esfuerzo técnico refleja una política pública que busca priorizar la seguridad vial sobre la velocidad en las reparaciones.
Conectividad regional: un desafío entre la naturaleza y el desarrollo
En lo que va del año, los departamentos más golpeados por las emergencias viales son Boyacá (113 casos), Nariño (109), Santander (96), Caquetá (90), Chocó (61), y Cauca y Huila (49 cada uno). Este mapa de afectaciones demuestra que las zonas montañosas y selváticas del país son las más vulnerables ante los embates del invierno. Desde el Gobierno del Cambio, se ha reiterado que la atención de estas emergencias no es solo una tarea técnica, sino también social, pues la conectividad regional es un componente esencial del desarrollo económico y territorial. El Invías, con sus cuadrillas y equipos en campo, se ha convertido en la primera línea frente a una crisis que pone a prueba la resiliencia del país.








