La reunión presencial que Fico Gutiérrez tuvo ayer tarde con casi 400 estudiantes del Colegio de Estudios Superiores de Administración (CESA) en Bogotá terminó convertida en un festival de adhesiones de los y las jóvenes a su candidatura.
Casi todos los estudiantes que se levantaron para hacerle preguntas le decían primero -¡Fico, tienes mi voto!- y luego sí formulaban sus interrogantes.
Fico llegó a la cita en la sede de la universidad pasadas las 4 de la tarde en mangas de camisa y jean y se encontró con un montó de muchachos sentados hasta en el piso que lo recibió entre aplausos y gritos de histeria como si se tratara de un ‘rock star’.
Ya la entrada a la sala del encuentro había sido bien difícil, pués decenas de ellos que aparecían a su paso querían fotos y más fotos.
Eran jóvenes (mujeres y hombres) de entre 18 y 23 años de todos los grados, estudiantes de administración de empresas y economía, muy interesados por saber de primera mano lo que el candidato piensa sobre los problemas del país y sus fórmulas para atenderlos.
El tema de la seguridad llegó rápido a la discusión porque antes de entrar a la charla uno de los estudiantes le contó a Fico que lo acababan de atracar cerca de la universidad y le habían robado su teléfono.
Y llegó la pregunta de uno de los asistentes: ¿Cómo enfrentaría su gobierno el problema de la inseguridad?
“La educación es la respuesta más contundente a la criminalidad”, dijo el candidato y luego relató lo que hizo en Medellín cuando era Alcalde para enfrentar a la delincuencia.
Contó que solía hacer seguimiento a dos fenómenos -la delincuencia y la problemática social- mediante dos mapas de calor que siempre manejaba juntos. Donde había mayores tasas de criminalidad había mayores índices de pobreza.
Y descubrió que la deserción escolar podía alimentar la delincuencia. Entonces ordenó que todos los maestros reportaran a la alcaldía a los muchachos que no asistieran a clase con direcciones y teléfonos.
Y el mismo alcalde, lista en mano, se fue casa por casa hablando con las mamás y preguntando por qué su hijo o hija no había ido a estudiar. Y les ofreció apoyos a los padres para que enviaran a sus hijos a clases.
El resultado que cuenta orgulloso el ahora candidato presidencial es que les quitaron 8.200 jóvenes a las bandas delincuenciales porque los muchachos se graduaron.
Eso le permitió ostentar el título de ser el alcalde en cuya administración hubo menos homicidios.
A partir de esta experiencia Fico dijo que como Presidente va a garantizar que los muchachos vuelvan a clases y que la educación superior sea gratuita en establecimientos públicos para jóvenes de los estratos 1, 2, y 3 y en algunos casos 4.
Aseguró entonces que “el mayor golpe a las bandas criminales de Medellín no fueron las capturas de los 180 jefes de estructuras delincuenciales, ni los 3000 miembros de esas mismas organizaciones, ni la extinción de dominio de los más de 600 mil millones en bienes, sino el apoyo a la educación de los jóvenes”.
Dijo que como Presidente va a trabajar con los alcaldes de todo el país para que se pongan al frente de garantizar que los muchachos vayan a estudiar y se los arrebaten de las manos a la criminalidad.
Al finalizar la charla de más de dos horas con los estudiante que resultaron sus fans, Fico volvió a entrar en dificultades para abandonar la sede de la institución porque los jóvenes -ellas y ellos- se le abalanzaron encima para tomarse fotos a su lado.