Los estudiantes del Colegio Jaime Pardo Leal convocaron a un plantón en las instalaciones de su institución educativa con dos fines muy claros: primero, ser enfáticos en el rechazo a los abusos y la violencia contra la mujer y, segundo, mostrar el apoyo al plantel educativo al que asisten a diario.
El morado y blanco fueron los colores elegidos para la jornada organizada y planteada por los mismos estudiantes del colegio Jaime Pardo Leal, ubicado en la localidad Antonio Nariño, y que en los últimos días ha enfrentado la triste y desgarradora noticia del presunto abuso sexual que vivió una de las estudiantes del plantel por parte de otros estudiantes del mismo colegio.
Es precisamente ese el motivo por el cual los y las estudiantes del colegio decidieron convocar a un plantón dentro de la institución para mostrar lo que ellos llaman la otra cara de la moneda y exponerles a medios de comunicación y demás público externo que la comunidad está más unida que nunca y que rechaza de manera contundente lo sucedido con la estudiante en días pasados.
Adrián Esteban Céspedes, del curso 11-3 y uno de los voceros del plantón afirmó que, si bien el objetivo de ellos no es negar lo sucedido “porque es una situación que condenamos como comunidad educativa, sí condenamos el amarillismo y cómo se ha reportado todo en medios de comunicación. Aquí se están formando personas que realmente buscan algo diferente y no nos sentimos representados con lo sucedido”.
Y en efecto, ese gran objetivo lo cumplieron a cabalidad. Globos marcados con los letreros: #NiUnaMenos, pintura blanca en los rostros de estudiantes y aplausos por doquier, fueron la muestra perfecta de una comunidad unida contra la violencia. De hecho, Adrián y otros de los estudiantes voceros del plantel invitaban a los más pequeños que hacían parte de la manifestación a unirse y contar sus historias.
En medio de esas invitaciones, las y los estudiantes se pudieron expresar libremente en un espacio de confianza que en muchos casos generó aplausos y gritos de apoyo y emoción. El espacio fue un oasis de seguridad para las y los estudiantes.
Ana Sofía Mendoza, del curso 10-3 y una de las voceras de la jornada expresó que este esfuerzo que hacían como comunidad buscaba “que las niñas de nuestro colegio se sientan más en confianza de contarnos cualquier cosa, porque entre nosotras mismas nos apoyamos, que sepan que un simple juego o un simple chiste que les incomode, no es chiste. Entre el juego y el acoso hay una delgada línea”.
La jornada no pudo terminar de manera más emotiva pues, al son de la voz de uno de los voceros, todos los estudiantes, llenos de globos y pintura, se unieron en un sentido abrazo comunal. El colegio Jaime Pardo Leal, su comunidad educativa y la Secretaría de Educación, a pesar de atravesar por un momento extremadamente complicado, se unen en una misma voz en rechazo fulminante a la violencia.