Inundaciones como las de la calle 80, cerca del puente de Guadua, y otras junto al río Bogotá como zonas de ronda de manejo ambiental, prendieron las alarmas entre la población. Sin embargo, la CAR dice que la situación no es crítica.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) confirmó que los niveles de los ríos Bogotá y Suárez permanecen actualmente estables y sin riesgo de desbordamiento, pese a las lluvias que han caído sobre gran parte de ambas cuencas este fin de semana.
La entidad informó que mantiene la vigilancia permanente a través de su Centro de Monitoreo Hidrológico y del Clima, que en lo que va corrido del mes de octubre ha reportado mediciones dentro de los rangos normales e incluso muy por debajo de los niveles de riesgo.
“En este momento, teniendo en cuenta el monitoreo que hacemos las 24 horas de los siete días de la semana a las cuencas del río Bogotá y del río Suárez, reportamos normalidad, tanto en niveles como en caudales”, dijo a la emisora Suba Alternativa Richard Giovanny Villamil, director de recursos Naturales de la CAR.
De acuerdo con las mediciones de la Red de Monitoreo de la CAR, para el caso del río Bogotá en la estación Tocancipá (cuenca alta), los niveles han fluctuado entre 2.43 y 2.50 metros cuando el nivel de alerta es de 4.50 metros.
En la estación Saucío (cuenca media) los niveles han fluctuado entre 0.38 y 0.40 metros cuando el nivel de alerta es de 2.30 metros, mientras que en la estación Portillo, a la altura del municipio de Tocaima (cuenca baja) el nivel ha fluctuado entre 1.50 y 1.21 metros cuando el nivel de alerta es de 3.40 metros, explicó la entidad.
Para el caso del río Suárez, la Corporación explicó que el volumen de agua en el embalse El Hato registra un nivel ascendente con 10,125 millones de metros cúbicos (Mm3), pero se mantiene en el 80% de su capacidad total y se encuentra moderadamente por encima del promedio (8,430 Mm3).
“Ambas cuencas (Bogotá y Suárez) son reguladas y dependen en gran medida de su estabilidad y soporte de las descargas que se hacen en los embalses Sisga, Tominé y Neusa, en el caso del río Bogotá, y en el embalse El Hato, en el caso del río Suárez”.
La entidad reiteró, sin embargo, el llamado a las comunidades ribereñas a mantenerse alerta en caso de crecientes y avisar a las autoridades locales de sus municipios ante cualquier signo de alarma.