En las últimas semanas, Bogotá ha sido testigo de una serie de incendios forestales desencadenados por acciones humanas, poniendo en alerta a las autoridades y generando llamados urgentes a la conciencia ambiental.
El alcalde de la ciudad, en declaraciones recientes, confirmó que tanto el incendio en la quebrada La Vieja como en el cerro El Cable fueron provocados por actividades humanas irresponsables.
Las consecuencias de estos incendios han sido devastadoras para la flora y fauna local, y las autoridades han advertido que aquellos responsables de provocar incendios enfrentarán sanciones significativas.
Este representa el caso con la sanción económica más elevada, ya que la legislación establece que «quien destruya, inutilice, haga desaparecer o cause un impacto ambiental grave o de cualquier otro modo dañe los recursos naturales incurrirá en una pena de prisión de 70 a 135 meses.
Una multa que oscilará entre 167 y 18.750 salarios mínimos mensuales». En términos prácticos, esto implica que, si el juez, al revisar las pruebas, decide llevar a cabo el procesamiento, podría imponer una condena de hasta 11 años de reclusión y una multa que asciende a los $24.000 millones.
Ante esta situación, se hace un urgente llamado a la ciudadanía para que tome conciencia de la importancia de preservar el entorno natural, adoptando medidas preventivas y denunciando cualquier actividad sospechosa que pueda poner en riesgo el patrimonio ambiental de la ciudad.
Redacción: Andrés López
