Una preocupante tendencia emerge en la capital colombiana: el consumo de sustancias psicoactivas se ha incrementado significativamente dentro y en los alrededores de las instituciones educativas, afectando principalmente a menores de edad entre los 13 y 15 años. Las cifras reveladas por un reciente seguimiento del Concejo de Bogotá pintan un panorama sombrío para la salud y el bienestar de los estudiantes.
Entre enero y septiembre de 2024, se registraron un total de 5.101 casos de consumo de drogas en la ciudad. De estos, la alarmante mayoría, 3.976 casos, se presentaron en colegios públicos, mientras que 1.125 tuvieron lugar en instituciones privadas. Las localidades de Bosa, Kennedy y Suba concentran el mayor número de reportes, evidenciando una problemática extendida en diversos puntos de la ciudad.
Un dato especialmente inquietante es el aumento en el consumo entre las mujeres jóvenes. Durante el periodo analizado, se registraron 2.015 casos en mujeres y 3.086 en hombres, siendo la mayoría de estos consumidores menores de edad. Esta situación estaría generando un clima de violencia entre los estudiantes y deteriorando el ambiente de aprendizaje en los planteles educativos.
El Concejo de Bogotá ha encendido las alarmas ante esta creciente problemática, identificando una variedad de sustancias a las que los jóvenes tienen acceso, incluyendo marihuana, alcohol, tabaco, vapeadores, inhalantes, cocaína y éxtasis, entre otras.
Según los registros, los principales factores que motivaron el consumo entre la población estudiantil fueron la experimentación, la búsqueda de alivio ante problemas personales, el placer y la presión ejercida por sus grupos de pares.
Localidades con Mayor Número de Casos (Enero-Septiembre 2024):
- Bosa (629)
- Kennedy (619)
- Suba (592)
- Ciudad Bolívar (516)
- Engativá (406)
- San Cristóbal (384)
- Usme (353)
- Rafael Uribe Uribe (343)
- Usaquén (216)
- Puente Aranda (208)
El concejal Andrés Barrios, quien ha liderado el seguimiento a esta problemática, expresó su profunda preocupación y criticó la limitada cobertura de las jornadas de prevención realizadas por el Distrito durante el año pasado. “No podemos permitir que más niños y jóvenes se conviertan en esclavos de las drogas. No es justificable que las jornadas de prevención al consumo realizadas el año pasado por parte del Distrito únicamente fueran para 5.000 estudiantes, incluso, dejando por fuera localidades como Chapinero, Barrios Unidos y La Candelaria”, sentenció el cabildante, haciendo un llamado urgente a las autoridades distritales para implementar estrategias más efectivas y de mayor alcance para prevenir y abordar el consumo de drogas en la población escolar de Bogotá.
La creciente preocupación por esta situación exige una respuesta integral y coordinada entre las autoridades educativas, de salud y de seguridad, así como la participación activa de padres de familia y la comunidad en general para proteger a los jóvenes y garantizar un entorno escolar seguro y propicio para su desarrollo.
