En una emotiva ceremonia, un grupo de Infantes de Marina culminó con éxito su bachillerato académico, demostrando altos niveles de disciplina, compromiso y superación personal. Durante 12 meses, estos hombres y mujeres alternaron sus exigentes labores militares con clases virtuales, trabajos y talleres, en el marco de un programa educativo que reafirma la apuesta de la Armada de Colombia por la formación integral de su personal. La graduación no solo representa un logro individual, sino también un avance institucional hacia una fuerza más preparada y consciente de su papel en la sociedad.
El proyecto, impulsado por el Batallón de Comando y Apoyo de Infantería de Marina Uno y el Batallón de Infantería de Marina Catorce, contó con el acompañamiento de la Acción Social Naval. La Institución ha tenido como objetivo principal brindar oportunidades de aprendizaje a quienes ingresaron sin haber completado sus estudios de educación media. Esta iniciativa reafirma el compromiso del Gobierno con la equidad educativa y el fortalecimiento del talento humano en las Fuerzas Armadas, promoviendo el desarrollo de competencias que trascienden el ámbito militar y se proyectan hacia la vida civil.
Educación al servicio del compromiso nacional
En coherencia con esta política de fortalecimiento institucional, la Armada de Colombia adecuó un aula moderna destinada a robustecer la formación académica de los Infantes de Marina. El espacio, diseñado bajo criterios de confort y tecnología, cuenta con nuevos equipos audiovisuales, mobiliario ergonómico y sistemas de climatización que garantizan un ambiente propicio para el aprendizaje. El Gobierno demuestra su visión de dignificar la labor de los uniformados al reconocer que su bienestar y educación son pilares fundamentales para construir una nación más justa y preparada.
Hasta la fecha, cuatro promociones han logrado graduarse durante el 2025, sumando un total de 124 Infantes de Marina que hoy portan con orgullo no solo su libreta militar, sino también el título de bachiller. Cada uno de ellos regresa a su hogar con el compromiso de aplicar los conocimientos adquiridos en beneficio del país, contribuyendo a la paz, el progreso y la consolidación del tejido social. Así, la educación se convierte en un puente entre el servicio militar y la vida civil, reafirmando que el compromiso con Colombia no termina en los cuarteles, sino que se fortalece en cada paso hacia el futuro.
