A las 3 de la madrugada del pasado jueves 6 de enero de 2022, un disparo retumbó entre los pasillos de un tranquilo conjunto residencial del barrio Hato Chico. Tras la detonación, solo quedó el silencio y la duda entre los residentes de este sector, quienes a muy temprana hora no se atrevieron a salir a ver lo que sucedía a las afueras del condominio.
El silencio estaba acompañado de una silla, ocupada por el vigilante del Conjunto Residencial Hato Chico Reservado, pero su alma ya no se encontraba allí.
Un arma estaba a pocos centímetros de su cuerpo. Las paredes de la zona de vigilancia quedaron impregnadas de sangre. Una verdadera tragedia había ocurrido.
Los hechos
Hasta las 5 de la madrugada, uno de los primeros residentes que madrugaron a salir por la puerta del Conjunto 3, ubicado sobre la carrera 136 A con calle 146, observó la macabra escena.
El vigilante, identificado como Rodolfo Zambrano, de unos 46 años de edad, estaba muerto sobre su silla. Eso fue lo que reportaron los vecinos ante las autoridades, quienes de inmediato desplegaron las unidades de policía judicial.
Los peritos determinaron que el vigilante había cometido este acto con sus propias manos. Por su lado, los vecinos cuchicheaban rumores a las afueras del conjunto: “¿serán problemas de trabajo? ¿de pronto familiares? ¿plata?”, se escuchaba decir a los vecinos. Pero por más especulaciones que hubiese, ninguno podría saber lo que le pasaba a este hombre.
Un compañero de Rodolfo, empleado de la misma empresa de vigilancia, se encontraba algo triste allí, en medio del ajetreo, y le contó a Q’HUBO lo que se cree que pasó: “en realidad fue un asunto sentimental. Él tenía una novia y un hijito chiquitico, habían tenido muchos problemas entre los dos y él de alguna manera tomó esa decisión esta madrugada”, dijo lamentándose con el uniforme negro con azul, el mismo que portaba Rodolfo.
La cinta de criminalística duró toda la mañana bloqueando el acceso al lugar de trabajo del vigilante fallecido. El mismo silencio que había al momento de su muerte prevaleció en la tarde, a medida que los investigadores se alejaban del conjunto.
Fuente: Q’HUBO Noticias