La noche del jueves 27 de marzo, un hecho de violencia sacudió el barrio Toscana, en Suba, cuando un estudiante de 15 años fue atacado con un cuchillo a tan solo unos metros de su colegio, el Tibabuyes. El ataque ocurrió entre las 8:00 y las 8:30 pm, cuando el menor fue perseguido por un grupo de personas que le asestaron tres puñaladas. La escena fue presenciada por varios testigos, quienes quedaron impactados por la brutalidad del acto.
El estudiante, aún con su uniforme escolar, intentó escapar, pero fue alcanzado por sus agresores. Según quienes estuvieron cerca del lugar, entre los atacantes había al menos dos hombres vestidos con uniformes de una empresa. Uno de los testigos relató cómo el joven, gravemente herido y visiblemente pálido, fue auxiliado por una mujer, quien lo trasladó rápidamente en taxi hasta un hospital cercano. “Estaba agonizando, tenía tres puñaladas en el costado”, recordó el testigo con preocupación.
El hecho ocurrió justo frente al colegio, y a tan solo unos metros de una patrulla policial que aparentemente no se enteró de lo sucedido. Este incidente ha puesto en evidencia la creciente preocupación de la comunidad en Suba, que denuncia la inseguridad en los alrededores de las instituciones educativas. Según los residentes, las zonas cercanas a los colegios están siendo cada vez más frecuentes en robos, peleas y amenazas, muchas de las cuales son protagonizadas por adultos ajenos al entorno escolar.
Las denuncias de los vecinos no se han hecho esperar. Además de la falta de presencia policial en la zona, también se quejan del ingreso de personas desconocidas dentro de los entornos escolares, lo que aumenta el riesgo para los estudiantes. Las riñas entre los jóvenes y los adultos que rondan los colegios también son una constante en la localidad. “Estamos desprotegidos. En cualquier momento pueden asesinar a un menor y la Policía ni se entera”, manifestó una ciudadana que ayudó al joven atacado.
En medio de este panorama, los residentes exigen acciones inmediatas para garantizar la seguridad de los estudiantes, quienes deberían sentirse protegidos en el entorno escolar. Aseguran que no se puede permitir que la violencia siga invadiendo los alrededores de los colegios sin una respuesta efectiva. La comunidad está convencida de que, si no se toman medidas urgentes, los ataques seguirán ocurriendo.
Las autoridades de la Policía Metropolitana de Bogotá ya están al tanto del ataque y han comenzado las investigaciones para determinar si el móvil del crimen fue una riña, un intento de robo o un ataque producto de la intolerancia. Mientras tanto, los habitantes del sector insisten en que este tipo de actos no debe quedar impune y que se refuercen los protocolos de seguridad en los colegios y sus alrededores. El estudiante permanece hospitalizado, luchando por su recuperación, mientras la comunidad espera respuestas.
