La captura de Carlos Alfredo Segura, señalado como presunto miembro del grupo delincuencial Tren de Aragua, encendió nuevamente las alarmas sobre la presencia de esta organización en la capital. El gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, confirmó que el hombre, quien al parecer operaba en la localidad de Suba, fue detenido en Sabana Centro. Según las autoridades, estaría implicado en actividades de extorsión y microtráfico, delitos que han venido en aumento en Bogotá durante los últimos meses.
El operativo se desarrolló en la vivienda del sospechoso, ubicada en jurisdicción de la policía de la Sabana. Desde allí, se presume que extendía sus operaciones hacia distintos puntos de la capital. Durante el allanamiento, las autoridades hallaron una granada de gas pimienta y una granada tipo stingball, elementos usados comúnmente en ataques y acciones intimidatorias. El capturado será procesado por el delito de fabricación, tráfico y porte de armas, de acuerdo con el reporte oficial.
La acción judicial fue posible gracias a un trabajo articulado entre la Policía de la Sabana, comandada por el coronel Edgar Moreno, y unidades de la DIJIN, en coordinación con SECAR. Este esfuerzo conjunto hace parte de las estrategias para contrarrestar el accionar de bandas criminales que buscan asentarse en municipios aledaños a Bogotá. Según datos de la gobernación, solo en lo corrido de este año se han incautado 594 armas de fuego en el departamento, una cifra que refleja la magnitud del problema.
Sin embargo, el caso de Segura se conecta con una preocupación más amplia: el incremento de la extorsión en la capital. Un reciente informe de Probogotá reveló que, durante el 2024, este delito creció un 63,52 % en comparación con el año anterior. Este documento, que recopila y analiza datos de seguridad urbana, advierte que la extorsión se suma a otros crímenes de alto impacto como los homicidios, los delitos sexuales y la violencia intrafamiliar, que también registraron aumentos.
En el Concejo de Bogotá, la concejala Quena Ribadeneira, del Pacto Histórico, criticó lo que calificó como un “preocupante abandono” por parte de la administración distrital frente a la crisis de extorsión. La cabildante subrayó que cada semana se reportan alrededor de 40 casos en la ciudad, con Suba a la cabeza de las denuncias. Solo en el primer trimestre de 2025, esta localidad registró 61 casos, seguida por Kennedy con 51, Engativá y Santa Fe con 42, y Usaquén con 40.
La detención de Segura, aunque representa un golpe para las estructuras delictivas que operan en la región, es apenas una pieza dentro de un panorama complejo. La persistencia de la extorsión y el microtráfico exige que las autoridades mantengan y refuercen sus estrategias de seguridad. La comunidad, por su parte, espera que estos operativos no solo se traduzcan en capturas aisladas, sino en una reducción real y sostenida de la criminalidad en sus barrios.
