Luego de los tres atentados con explosivos que estremecieron a Cali el pasado martes 10 de junio, las autoridades locales han reaccionado con un contundente refuerzo en seguridad. Este miércoles, 100 nuevos policías llegaron a la ciudad para fortalecer los operativos de control, en medio de una tensa calma que dejó dos personas muertas y al menos 45 heridas.
El secretario de Seguridad, Jairo García, aseguró que gracias a las medidas tomadas desde la noche del martes, el orden público se ha restablecido. “La ciudad ayer durmió tranquila, amanece tranquila”, afirmó en entrevista con W Radio. Entre las acciones se incluyeron ley seca, cierre temprano de establecimientos y patrullajes mixtos entre Policía y Ejército en las zonas más sensibles.
Además, este miércoles quedó activado un Puesto de Mando Unificado, encargado de hacer seguimiento a las movilizaciones sociales convocadas durante el día. Según García, el dispositivo de seguridad es “bastante importante”, y busca no solo prevenir nuevos incidentes, sino también garantizar la tranquilidad de la ciudadanía.
Se espera que el presidente Gustavo Petro encabece un consejo de seguridad en Cali, tras la solicitud del alcalde Alejandro Eder y la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro. La presencia del mandatario busca coordinar acciones directas frente a la crisis de orden público que ha puesto a la ciudad en alerta.
Las autoridades aún investigan quiénes están detrás de los atentados, y no se descarta ninguna hipótesis. Mientras tanto, se mantiene una vigilancia estricta en puntos estratégicos y se hace un llamado a la ciudadanía para que colabore con información que permita dar con los responsables.
En medio del temor generado por los ataques, el gobierno local reitera que Cali no está sola. Con el nuevo pie de fuerza, esperan no solo disuadir futuras acciones violentas, sino también enviar un mensaje claro: la seguridad de los caleños es una prioridad.
