Un monumental trancón tiene paralizado el noroccidente de Bogotá desde la mañana de este martes 4 de junio. La razón: una masiva protesta de vendedores ambulantes y comerciantes del sector que bloquearon la troncal de TransMilenio a la altura de la estación La Campiña, en la localidad de Suba.
La manifestación, que inició en horas de la mañana, tomó por sorpresa a miles de usuarios del sistema de transporte masivo, quienes se vieron obligados a interrumpir sus trayectos ante la imposibilidad de avanzar. TransMilenio se vio forzado a suspender el servicio en las estaciones La Campiña, Av. Suba – Tv 91 y 21 Ángeles.
La flota troncal realiza retornos en la estación 21 Ángeles, generando un efecto dominó que ha colapsado la movilidad en la troncal Suba. Adicionalmente, los servicios de alimentación en el Portal Suba también se encuentran suspendidos.
La protesta es protagonizada por vendedores ambulantes y comerciantes informales que exigen a la Alcaldía de Bogotá el derecho al trabajo y el cese de la persecución por parte de las autoridades locales. Con arengas y pancartas, los manifestantes reclaman ser reconocidos como trabajadores y no ser tratados como delincuentes.
«No somos delincuentes, somos padres de familia que buscamos llevar el sustento a nuestros hogares», exclamaba uno de los manifestantes mientras sostenía una pancarta con la frase «queremos trabajar». Los vendedores ambulantes piden a la administración distrital que se establezcan mecanismos de formalización y espacios de trabajo dignos.
La situación ha generado un caos vehicular en la Avenida Suba, con largas filas de vehículos particulares y buses de servicio público atrapados en la congestión. Las autoridades recomiendan a los conductores tomar vías alternas como la vía Cota Suba 170, la Avenida Ciudad de Cali y la vía Calatrava (calle 127A), entre la carrera 91 y la avenida Boyacá.
Hasta el momento, ni el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ni el secretario de Gobierno, Gustavo Quintero, se han pronunciado sobre la protesta que mantiene en vilo a miles de ciudadanos en el noroccidente de la capital. La expectativa se centra en la instalación de una mesa de diálogo entre las partes para buscar una solución concertada al conflicto.
Mientras tanto, la zozobra y la incertidumbre se apoderan de los usuarios de TransMilenio y los conductores que permanecen atrapados en el monumental trancón. Se espera que las autoridades puedan restablecer el orden público y garantizar el derecho a la movilidad de los ciudadanos afectados.
Redacción: Jennifer Ardila Periodista Suba Alternativa
