Vecinos de los barrios La Isabela y San Pedro, en la localidad de Suba, denunciaron una situación que afecta cada vez más su cotidianidad: la llegada masiva de bicitaxis a la zona de la calle 145, justo detrás de la parada del SITP 11-9. Según varios testimonios, los vehículos han invadido el par vial y generan serias afectaciones a la movilidad, especialmente en las horas pico de la mañana.
Lo más preocupante, según la comunidad, es que estos bicitaxis operaban inicialmente en Santa Cecilia, pero se han ido desplazando hacia sectores donde no deberían circular. “Esto ya se salió de control. Es un desorden total y nadie dice nada”, expresó un habitante del sector, visiblemente molesto por la situación. La queja no es solo por el espacio físico que ocupan, sino por el impacto que tienen en el transporte público formal.
Los residentes afirman que la presencia de estos vehículos afecta directamente la operación del sistema TransMilenio y del SITP. “Uno ya no puede ni bajarse tranquilo del bus porque todo ese par vial está invadido. Y ni hablar de los trancones que se arman por culpa de los bici taxis parqueados en cualquier parte”, señaló otra vecina de La Isabela. La congestión, según dicen, se agrava cada día más.
Además de los problemas de movilidad, hay preocupación por la seguridad. Varios miembros de la comunidad han manifestado sentirse inseguros por la presencia de estos vehículos, que en muchos casos no están identificados ni regulados. “No sabemos quién los maneja, si tienen permisos o no. En cualquier momento puede pasar algo y nadie responde”, indicó un líder barrial que pidió mayor presencia de la autoridad.
La ciudadanía asegura que ya han elevado varias quejas a las entidades competentes, pero aún no han visto respuestas concretas. Piden controles más estrictos y una intervención inmediata por parte de la Alcaldía Local, la Secretaría de Movilidad y la Policía. “Esto no se puede seguir permitiendo. Si no se hace nada, en unos meses no va a quedar espacio ni para caminar”, comentaron varios habitantes.
Por ahora, los vecinos siguen esperando una solución. Mientras tanto, el caos persiste y la sensación de abandono por parte de las autoridades crece. La comunidad hace un llamado urgente para que se restablezca el orden en el sector y se garanticen condiciones seguras para todos los peatones y usuarios del transporte público.
