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Más de 80 familias del barrio Comuneros, en la localidad de Suba, enfrentan la amarga realidad de haber sido víctimas de una captadora ilegal de dinero que prometía ganancias exorbitantes a través de inversiones y apuestas deportivas.
Lo que comenzó como una oportunidad para multiplicar sus ahorros, se convirtió en una pesadilla al descubrir que la supuesta empresa no era más que una fachada para estafar a incautos. Se estima que la suma defraudada supera los 7 mil millones de pesos.
Los afectados, en su mayoría residentes del sector, entregaron sus ahorros de toda una vida bajo la promesa de recibir hasta el doble de su inversión en poco tiempo. Un atractivo pagaré fue el anzuelo que los atrapó en esta red de engaños.
Pese a que en enero de 2024 la empresa emitió un comunicado asegurando la devolución del dinero «en justa medida», la realidad ha sido desalentadora: silencio absoluto y ninguna respuesta a los reclamos de los afectados.
Ante las denuncias, la Superintendencia Financiera tomó cartas en el asunto ordenando el cese inmediato de las actividades de esta captadora ilegal. La Fiscalía General de la Nación también realizó un allanamiento a una de las sedes de la empresa durante la presente semana.
La comunidad de Comuneros, ahora unida por la desgracia común, clama a las autoridades que den con el paradero de los responsables y se haga justicia. La esperanza de recuperar sus ahorros se desvanece con el paso de los días, dejando tras de sí un profundo dolor e incertidumbre en decenas de familias.
