Carlos Daniel Gónzalez Romero: El Periodismo se respeta

El país se conmovió con un tema interesante: la revista SEMANA canceló la columna dominical de Daniel Coronell, uno de los periodistas que, con mayor criterio y talento investigador, llegó a mostrar al pueblo colombiano, los juegos sucios de la clase política, para nadie es mentira y sin ánimo de generalizar, no contamos con idóneos en los altos cargos de la nación. La postura que traigo hoy, no es hablar de lo que hacen estos protagonistas, sino debatir acerca de la censura y sus complicaciones.

Carlos Daniel Gónzalez Romero: El Periodismo se respeta
Carlos Daniel Gónzalez Romero: El Periodismo se respeta

La ética periodística tiene como compromiso: la búsqueda constante de la verdad para informar de manera contundente a quien nos lee, esto en Colombia no agrada mucho cuando estás limitado por amenazas, demandas, denuncias y taxativos de la libertad de expresión, es decir, quienes se sienten amedrantados por las plumas de los que investigan sus pecados y si logran tener algo de poder, intentaran por sus vías, callar a quien los reprocha.  Nada nuevo que explicar.

La situación toma fuerza cuando no son tus rivales quienes te censuran, tristemente el periodismo es una profesión que no se libra de traiciones, existen medios donde sus dueños, discrepantes de la autocrítica, cancelan o amonestan al redactor de la columna. Cuando pasa esto, no solo se irrespeta a los lectores o seguidores del columnista, sino que, además, se comete una infracción gravísima: silenciar.

Las empresas responsables de la información, deben ser consientes que su popularidad, respeto y credibilidad se da por quienes escriben para ellos, son el alma del progreso y justifican la existencia del negocio. No hay que ser muy brillante para entender que el lucro y veneración de su institución, es merito de sus periodistas, por ellos las personas aun consumen la prensa escrita, televisión y radio, gracias a su potencial y trabajo, no muere la fe y confianza de una Colombia mejor. Enmudecer es ingrato para estos corresponsales.

Ahora bien, el sentimiento que esperaría un columnista por su trabajo, es que la compañía a la que trabaja, cuide sus derechos con respecto a la libertad de expresión y no los vitupere por presión de terceros, en esta atmosfera laboral, periodista cuida periodista. Por otro lado, es importante que los lectores no se decepcionen por decisiones acaloradas como cancelar una columna que informaba y analizaba la realidad nacional desde la exploración profunda de las problemáticas. Los leedores sienten frustración e indignación cuando sucede esto, se convirtió en pan de cada día en Colombia.

La lucha debe ser de todos, tanto el que hace y consume contenidos periodísticos, como quien participa desde las redes sociales con la crítica, ya que, a estas alturas del partido, no es sorpresa que se vulnere la autonomía de la opinión, por no pensar en apoyo a los que tapan sus acciones negativas con la trampa y el engaño. El debate es de carácter urgente, sin mutismos, ningún miedo y libre de intimidaciones, como he dicho antes y fortalezco mi posición, es el único mecanismo de construcción de un país mejor. Ya estamos cansados de la imposición ideológica, somos libres de pensar lo que consideremos apropiado y defenderlo sobre todas las circunstancias libres de violencia. Recordemos que censurar es un crimen.

Por mi parte, represento con honor la independencia de mis contenidos, pertenezco a un medio que valora y cuida la calidad de los puntos de vista que yo estipule en mis columnas, pueden no estar de acuerdo, pero se abre a permitir el debate, ya que sobreentiende la necesidad de mostrar todas las caras de la moneda. Un rompecabezas no se arma con piezas iguales, estrictamente deben ser diferentes, es la única manera de lograr una imagen clara frente al juego.

Por cierto, los que hoy se sienten intocables gracias al poder que tienen, los invitaría a no cantar victoria anticipada, el susto por hacer público un juicio, ya no existe, se ha esfumado. Los años nos hacen fuertes, unen al gremio y protegen la verdad, es una guerra que ganaremos los periodistas. Los vamos a bajar de ese pedestal moral en el que se sienten y los haremos responsables de sus deslices, aprendan a soportar las palabras de los que no están de acuerdo, rétense a ganar con argumentos, no con mecanismos cobardes de bloqueo. El dicho coloquial dice: “El que nada debe, nada teme”, soy fiel a cada palabra de esta frase.

Por último, es necesario dejar claro que el patrimonio real de una empresa con responsabilidad informativa, es su independencia y credibilidad, en otras palabras, más allá de la pauta y diferentes formas de utilidad, un medio es lo que hace y publica, por eso debe cuidar a sus periodistas, sus seguidores son los que mantienen con vida y permiten continuar viendo un futuro no tan fatal a la crisis de prensa. ¡Respetemos a quien nos leen!

Escrito Por: Carlos Daniel Gónzalez Romero-Emisora Suba Alternativa

By Wilson Castiblanco

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