Una bebé recién nacida, tiene hoy una vida normal gracias a que médicos y especialistas de la Subred Sur Occidente intervinieron su frágil organismo y corrigieron una anomalía congénita conocida como síndrome de Pierre Robin, razón por la cual la niña presentaba una mandíbula más pequeña de lo normal, la lengua replegada en la garganta y dificultad para respirar.
Por lo anterior, la única manera de que la bebé se mantuviera con vida era por medio del suministro de oxígeno, de forma permanente. Teomelila Guerra Araujo, cirujana oral y maxilofacial de la Unidad de Servicios de Salud Occidente de Kennedy, al conocer su diagnóstico, realizó una distracción osteogénica, (técnica quirúrgica para la reconstrucción de deformidades óseas para incrementar cantidades de hueso y tejidos blandos) y alargamiento de la mandíbula.

“Se oblonga el hueso con unos elementos llamados distractores, los cuales permanecen en la parte inferior de la cara por un periodo de 4 meses, tiempo que, a su vez, permitió la formación de hueso y de la mandíbula que antes no existía. Posteriormente, se realizó una nueva cirugía donde se retiraron los distractores, la paciente ya respiraba bien, sin la necesidad del oxígeno y los músculos de la cara completaron su formación ideal”, explicó la cirujana Teomelila Guerra Araujo.
Con este tipo de intervenciones la vida de los niños cambia porque ya no necesitan oxígeno y los padres ya no se tienen que preocupar por los episodios de ahogamiento. “Entre más pequeño el niño es mejor realizar este tipo de tratamientos”, puntualizó la especialista.
En los últimos 5 años, la USS Occidente de Kennedy ha realizado 6 procedimientos de este tipo con total éxito.