Claudia López participó en el lanzamiento del informe global

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La alcaldesa mayor de Bogotá, Claudia López, participó en el lanzamiento para América Latina del informe global, «Ciudades y Pandemia: Hacia un futuro más justo, verde y saludable” de ONU Hábitat.

Este reporte ofrece la mirada global desde las ciudades sobre los impactos causados por el COVID-19 y las lecciones aprendidas, además, presenta una visión del panorama global hasta la fecha y algunas innovaciones que podrían permitir una recuperación incluyente, duradera y sostenible.

En su intervención, la mandataria de los bogotanos, se refirió a la recuperación social y a la puesta en marcha de un contrato social como una respuesta para enfrentar la pandemia en la capital del país. “Hemos tenido pandemia, crisis económica y estadillo social, Bogotá tuvo que pasar del contrato social al rescate social, porque no era suficiente el contrato social, por supuesto este tiene metas a largo plazo, pero aquí las urgencias son de corto plazo”, manifestó la alcaldesa de Bogotá.

“La primera decisión que ha tomado Bogotá como respuesta a los reclamos de sus jóvenes que llevan más de mes y medio marchando en las calles, arriesgando su vida, nos dispararon una ola de contagio muy difícil, pero tenían unos reclamos que no daban espera, lo primero que hemos hecho es cambiar las prioridades de inversión, hemos tenido que sacrificar inversiones en vías, algunas inversiones en transporte, pero los huecos de la calle pueden esperar, los huecos del estómago no”, comentó la mandataria.

La alcaldesa participó en la presentación oficial del informe junto a Maimunah Mohd Sharif, directora ejecutiva de ONU Hábitat; Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL; Elkin Velásquez, director de ONU-Habitat para Latinoamérica y el Caribe; Martha Delgado, subsecretaria de Asuntos Mutilaterales y Derechos Humanos de México; Eduardo López Moreno, director para Innovación y Conocimiento de ON[1]Hábitat y Luis Felipe López Calva, director regional del PNUD.

La secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, entregó un balance después de año y medio de la irrupción del COVID-19, según la funcionaria, en América Latina se presentó una caída del 7.1% del Producto Interno Bruto (PIB) que, sin duda, generó un aumento del desempleo especialmente en la población pobre, ocasionado por el cierre de más de 3 millones de empresas.

“La pandemia, también, produjo un retroceso de 12 años en pobreza y 20 años en pobreza extrema, y evidenció una exclusión digital de 46 millones de hogares que no tiene acceso a internet”, expuso la funcionaria. Bárcena, advirtió sobre el riesgo de una recuperación asimétrica divergente por el acceso desigual a las vacunas contra el COVID-19, “esto nos divide aún más en los ámbitos internacionales”, afirmó la secretaria ejecutiva de la CEPAL.

A su turno, Martha Delgado, subsecretaria de Asuntos Mutilaterales y Derechos Humanos de México, destacó la presentación del informe como un ejercicio de reflexión sobre la gestión local de la enfermedad en América Latina.

“Este esfuerzo pretende también hacer un posicionamiento y reivindicar la agenda urbana como una agenda relevante para enfrentar los problemas de la salud y por supuesto la ONU Hábitat como una agencia que es la líder global para poder emplazar estos problemas que son transversales en el mundo”, dijo la representante de México.

Agregó que “el mundo ha tenido que adaptarse urgentemente a unas circunstancias que nos tomó por sorpresa, a pesar de que había algunos llamamientos, escenarios de crisis y ciudades en primeras líneas de acción”.

Sobre el papel de la alcaldesa Claudia López en el manejo de la pandemia dijo, “estamos viendo en la alcaldesa de Bogotá una de las mejores alcaldesas en el mundo”.

También resaltó el trabajo de ONU Hábitat, “ha sido muy importante para proveer información actualizada, herramientas de planificación para el desarrollo de políticas urbanas que van promoviendo la recuperación sostenible”, puntualizó Martha Delgado, Subsecretaria de la SRE, en la presentación del Informe Global de ONU[1]Hábitat «Ciudades y pandemias».

Según el informe, desde el comienzo de la pandemia, las ciudades han estado en la primera línea de atención frente al COVID-19, sin embargo, en los meses siguientes, los desafíos de la pandemia han evolucionado, así como la enfermedad y su compleja relación con las urbes. Teniendo en cuenta este panorama el reporte enfatiza los siguientes puntos:

  1. Repensar la forma y la función de la ciudad, no solo frente a la pandemia, sino también para hacerla más sostenible y productiva, a través de una planificación incluyente.
  2. Abordar la pobreza y la desigualdad sistémica, para mitigar el impacto desproporcionado del COVID-19 y de esta manera, abordar las causas subyacentes de la exclusión.
  3. Reconstruir una ´nueva´ economía urbana, haciendo énfasis en la transición hacia economías más ecológicas y equitativas.
  4. Aclarar la legislación y la gobernanza de las ciudades, con el ánimo de desarrollar marcos institucionales y financieros más flexibles e innovadores.

De acuerdo con el informe, si bien no existe un modelo único para superar exitosamente esta crisis, sí han surgido acciones que se han implementado por las ciudades y las regiones de todo el mundo, para hacer frente al virus y que vale la pena destacar:

  1. Compromiso claro para hacer cumplir las medidas de salud pública.
  2. Estrategias multidimensionales para abordar diferentes dimensiones de la pandemia, especialmente en las poblaciones más vulnerables.
  3. Énfasis en la participación y el aprendizaje de la comunidad.
  4. Adaptación creativa a las nuevas circunstancias de COVID-19.
  5. Centrarse no sólo en la supervivencia, sino también en la recuperación.

Según ONU-Hábitat, estos puntos del reporte destacan la necesidad de, pasar de la mentalidad de emergencia a la de recuperación, en donde las ciudades tienen la oportunidad de seguir centrándose en fortalecer la salud pública, la resistencia económica y el acceso a los servicios para todos.

El informe global concluye indicando que, “las divisiones y desigualdades puestas de manifiesto por la pandemia significan que la vuelta a la normalidad ya no es suficiente, ahora se necesita un cambio transformador, con políticas incluyentes, el compromiso de la comunidad y una transición significativa hacia un enfoque más sostenible, para lograr salir de la catástrofe por COVID-19 más fuertes y resistentes que antes”

By Wilson Castiblanco

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