Cerca de 1.000 pacientes con dolores agudos severos ha atendido la Clínica del Dolor del hospital El Tunal en lo corrido de 2019, convirtiéndose en un referente a nivel distrital y nacional en el manejo de esta patología. Estas experiencias y procedimientos con pacientes están recopiladas en un manual de guías prácticas que la Subred Sur lanzará el próximo 15 de noviembre, en evento que se realizará en la Secretaría Distrital de Salud.
Uno de esos casos exitosos fue el de Diana Maribel Sáenz, de 38 años, quien recibió 13 procedimientos quirúrgicos y la implantación de varias platinas para reconstruir su cadera y pelvis, tras ser atropellada por una volqueta cuando se desplazaba en motocicleta por la Av. Boyacá.
“Diana es una paciente que llegó por un trauma muy grave por accidente de tránsito, que le ocasionó múltiples fracturas en la pelvis, cadera, fémur derecho, pierna izquierda, pie, tibia, peroné y lesión tronco abdominal, explicó Patricia Abello, médica de La Subred Sur.
Ante el delicado estado de la paciente, se le dio un manejo interdisciplinario e intrahospitalario oportuno, siendo atendida por servicios de cuidados intensivos, ortopedia, cirugía general y plástica.
Los especialistas del Hospital El Tunal, tuvieron el reto profesional de reconstruir la cadera de Diana, pero además, trabajar en el manejo del dolor agudo que enfrentaba la paciente y que la desestabilizaba clínica y emocionalmente. En una escala visual análoga, tenía un dolor de 10 sobre 10, sintiendo el máximo tolerado por el cuerpo, lo que requirió un trabajo integral del Programa Clínica del Dolor, a través del manejo de analgésico controlado, analgesia técnica multimodal y manejo emocional y mental, a cargo de los psicólogos del programa.
La paciente, continúa su recuperación bajo un estricto seguimiento médico y pronto se reunirá con sus nueve hijos que la esperan en casa. “Estoy muy agradecida con el hospital El Tunal por salvarme; además, estoy agradecida con el programa de Clínica del Dolor, porque antes de que ellos me intervinieran, ningún medicamento me calmaba el dolor y ahora he podido enfrentar más tranquilamente mis lesiones”, dijo la paciente, Diana Maribel Sáenz.