Colombia es considerado un país privilegiado por sus riquezas naturales y por la diversidad de su geografía y ecosistemas, de allí que actualmente ocupe la segunda posición como el país más biodiverso en el mundo. Sin embargo, este contexto hace que a su vez el país sea propenso a inundaciones, sequías y ciclones tropicales, lo que ha desencadenado una serie de desastres naturales que han sacudido al país desde sus inicios.
El paso del huracán Iota por el Archipiélago de San Andrés y Providencia terminó de marcar un año complejo para el país, con un saldo de más de 600 personas afectadas en San Andrés y más de 1.200 afectados en Providencia según el Registro Único de Damnificados (RUD). Colombia no sufría un desastre natural de esta magnitud desde la tragedia de Mocoa en 2017 y desde la ola invernal del 2010 y 2011 que afectó varias zonas del país.
En definitiva, la probabilidad de que suceda un nuevo desastre natural en Colombia siempre estará latente, y más si se tiene en cuenta que, según el Banco Mundial, el 86% de la población del país se localiza en zonas de amenaza sísmica, el I2% en áreas susceptibles a inundarse y el I8% en zonas de amenaza por movimientos en masa.
“Este contexto pone en alerta a Colombia y demanda una respuesta más coordinada de sus diferentes agencias de seguridad, para ello, es fundamental que entidades como la Policía, Bomberos, los servicios médicos, entre otros, cuenten con un canal de comunicación permanente que les permita estar conectados. Pensando en esto, el país adecuó una base de misión crítica a través del estándar de comunicaciones P25, un sistema especialmente diseñado para dar respuesta en el momento que más importa: salvar vidas”, cuenta Jairo Mahecha, experto en Ciudades Seguras de Motorola Solutions.
Desde la introducción de este sistema en Colombia, Centros de Comando, Control, Comunicaciones y Computo como el de Bogotá, están integrando sus distintas agencias de seguridad para monitorear lo que ocurre, coordinar llamadas de emergencia y despachar sus recursos para atender situaciones de riesgo. Actualmente, la Policía Nacional, Fuerzas Militares, y agencias territoriales de emergencias, cuentan con sistemas P25 de Motorola Solutions, los cuales también han sido adoptados en más de 90 países por un gran número de agencias de seguridad pública.
Sin embargo, esta base de misión crítica que ya está implementada necesita de una Red Nacional de Comunicaciones de Emergencia. Esta solución le permitirá a Colombia fomentar la cooperación y la colaboración entre sus agencias de seguridad no solo en Bogotá sino en todo el territorio nacional. Esto es posible ya que en caso de catástrofe, se puede habilitar la interoperabilidad para que la respuesta sea totalmente coordinada en todo el país.
Para Jairo Mahecha, experto en Ciudades Seguras de Motorola Solutions, “cuando hay vidas en juego y cada instante cuenta, las comunicaciones entre las agencias de seguridad no pueden fallar en ningún momento. Para lograr esto, a esta Red Nacional de Comunicaciones de Emergencia se le pueden incorporar altos niveles de encriptación, lo que garantizará la seguridad y continuidad en las comunicaciones de voz y datos, incluso en las situaciones más extremas cuando otros sistemas operativos tienden a fallar”. Algunos países en Latinoamérica ya han identificado la necesidad de desarrollar este tipo de Redes Nacionales de Comunicaciones de Emergencias, lo que les permitiría brindar soluciones oportunas y efectivas frente a los problemas de seguridad de la población. Estos casos sirven de ejemplo para Colombia y plantean un posible camino en la preparación de la Red Nacional de Comunicaciones de Emergencia que el MinTIC se ha propuesto lanzar.