Comerciantes ubicados en los alrededores del Centro Comercial Al Paso, en la intersección de la Calle 142 con Carrera 104, alzaron su voz esta semana para exigir soluciones inmediatas. La razón: el retiro de los reductores de velocidad en la zona ha generado un aumento considerable en el riesgo vial para peatones, especialmente en horas pico.
Según los dueños de locales, desde que quitaron estos elementos, los vehículos pasan a toda velocidad sin respetar el cruce peatonal. “Antes al menos los carros reducían la velocidad, ahora ni frenan”, comenta Andrés Rodríguez, quien tiene una cafetería en la zona. La situación se ha vuelto especialmente preocupante para adultos mayores y niños que transitan por allí diariamente.
Pero ese no es el único problema. Los comerciantes también denuncian la presencia de una tienda de venta de licor que opera directamente en la vía pública. Aseguran que el negocio obstruye el paso peatonal y, además, genera aglomeraciones y comportamientos que alteran la tranquilidad del sector, sobre todo en las noches y los fines de semana.
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“No estamos en contra de que la gente trabaje, pero esto ya es una afectación al espacio público y a nuestra seguridad”, afirma Sandra Martínez, quien administra una tienda de ropa en la zona. Algunos ya han tenido que cerrar más temprano para evitar problemas o enfrentamientos con personas en estado de embriaguez.
A pesar de que han presentado quejas ante la Alcaldía Local y la Policía, dicen que las respuestas han sido vagas o simplemente no llegan. Los comerciantes sienten que están siendo ignorados, a pesar de estar hablando de temas que afectan directamente la seguridad vial y la convivencia ciudadana.
Ahora, lo que piden es sencillo: que se reinstalen los reductores de velocidad y se tomen medidas frente a la tienda de licor que ocupa el espacio público. “Solo queremos trabajar tranquilos, sin sentir que cada día se vuelve más inseguro”, concluyen los comerciantes, a la espera de acciones concretas.
