Más de 100 familias de la localidad de Suba en Bogotá recibieron finalmente las escrituras de sus viviendas después de una prolongada espera de 25 años. Este importante logro, fruto de una orden del Concejo de Bogotá, marca el fin de una prolongada lucha legal que involucró múltiples casos judiciales y trámites burocráticos. La entrega de los certificados de libertad y tradición simboliza el reconocimiento a la tenacidad de los residentes que habían esperado durante décadas para obtener la propiedad legal de sus hogares.
Sin embargo, a pesar de este significativo avance, las familias continúan enfrentando serios problemas con sus viviendas. A pesar de la celebración por la obtención de las escrituras, los residentes aún lidian con condiciones precarias en sus hogares, como problemas de humedad y fallas estructurales que afectan su calidad de vida. Un representante de la comunidad expresó que, aunque están alegres por el logro, las viviendas necesitan una atención urgente.
La situación de las viviendas es preocupante, ya que más del 80% presentan problemas significativos como humedad y deficiencias en infraestructura. Estos problemas han generado un entorno insalubre, que afecta la salud y bienestar de los habitantes. Los informes recientes destacan la necesidad de reformas estructurales y mejoras en la salubridad para asegurar condiciones de vida dignas.
Los residentes han comenzado a solicitar alivios económicos y créditos para poder abordar los problemas estructurales en sus viviendas. “La lucha continúa, ya que necesitamos apoyo para solucionar los problemas de salubridad y estructura en nuestras casas. Esperamos que el Distrito de Bogotá nos proporcione los recursos necesarios para mejorar nuestras condiciones de vida”, señaló un miembro de la comunidad.
Mientras tanto, la entrega de las escrituras representa un avance importante para las familias de Suba, que han esperado mucho tiempo por este reconocimiento legal. Sin embargo, la comunidad sigue a la espera de respuestas concretas y de intervenciones que resuelvan los problemas habitacionales persistentes.
A medida que las familias continúan lidiando con las deficiencias en sus viviendas, permanecerán vigilantes y activas en la búsqueda de soluciones. La esperanza es que las autoridades locales respondan de manera efectiva para garantizar que estas familias puedan disfrutar de un hogar digno y en buen estado.
