Médicos del servicio maxilofacial de la Unidad de Servicios de Salud Occidente de Kennedy le devolvieron la sonrisa y la alegría a un menor de ocho años, gracias a una compleja cirugía denominada distracción de rama mandibular, que permitió lograr una simetría en los dos hemisferios del rostro, con la prolongación de la mandíbula y corregir una malformación ósea facial.
La madre del niño comentó que su hijo, constantemente, era víctima de bullying por parte de sus compañeros de colegio, lo cual, le causaba al menor episodios de depresión.
Al ser valorado por los especialistas, le fue diagnosticado una microsomía facial producto de trauma por múltiples cirugías realizadas al menor desde su nacimiento, por lo que se determinó realizar varios estudios de tomografía, donde se evidencia una deformación.
“La cirugía tuvo una duración de dos horas y media, y el menor permaneció 17 días en la unidad de servicios de salud porque cada día debía realizarse una distracción osteogénica, que consiste en activar dispositivos que se encuentran alojados en la mandíbula, dependiendo de la cantidad de hueso que se desea prolongar”, explicó Teomelila Guerra, médico maxilofacial.
Posteriormente, al niño se le dio de alta y a los 6 meses se le retiraron los distractores, arrojando resultados positivos y una evolución satisfactoria en el procedimiento.
Las ventajas de este tipo de intervenciones a temprana edad es que dejan una cicatriz muy pequeña que, cuando el paciente crezca será imperceptible. Hasta el momento en la USS Occidente de Kennedy se han realizado dos procedimientos de este tipo y se tiene programado uno más, a una niña de 9 años con el mismo tipo de diagnóstico.