El mundo del fútbol amaneció de luto tras conocerse la dolorosa noticia de la muerte del delantero del Liverpool, Diogo Jota, de 28 años, y su hermano André, de 26. Ambos fallecieron en la madrugada de este jueves en un accidente de tráfico ocurrido en la A52, a la altura de Cernadilla, en la provincia de Zamora, España. La noticia ha sacudido tanto a los seguidores del Liverpool como a la afición portuguesa, que hoy llora la partida de dos jóvenes promesas del balompié.
Según confirmaron fuentes de la investigación a la agencia EFE, los hermanos viajaban en un Lamborghini que, por causas aún por esclarecer, se salió de la autovía Rías Bajas (A52) a la altura del kilómetro 65, en sentido Benavente. El siniestro se produjo alrededor de las 00:40 horas, momento en el que el vehículo habría sufrido una avería en una de sus llantas mientras adelantaba a otro automóvil, lo que provocó la salida de la vía y el posterior incendio.
Los bomberos acudieron rápidamente para sofocar las llamas que no solo consumieron el coche, sino que se extendieron a la vegetación cercana. Sin embargo, pese a los esfuerzos de los equipos de emergencia, nada se pudo hacer por salvar la vida de Diogo y André. Los servicios sanitarios solo pudieron certificar su fallecimiento en el lugar de los hechos, dejando una profunda tristeza entre compañeros, clubes y fanáticos.
La Fragilidad de la Gloria: Despidiendo a Diogo y André Jota
Diogo Jota, cuyo nombre completo era Diogo José Teixeira da Silva, se había convertido en una figura muy querida dentro y fuera de la Premier League. Su paso por el Atlético de Madrid en 2016 y el FC Porto hasta 2018 lo consolidaron como una de las promesas portuguesas más destacadas, hasta llegar al Liverpool en 2020, donde se ganó el cariño de la hinchada con su entrega y talento dentro del campo.
Su hermano menor, André Felipe Silva, también seguía la pasión familiar por el fútbol. Jugaba como profesional en el Futebol Clube Penafiel, un equipo de la segunda división de Portugal. Aunque su carrera aún estaba en construcción, quienes lo conocieron destacan su dedicación y el orgullo de compartir la misma vocación que su hermano mayor, a quien admiraba profundamente.
Hoy, clubes, compañeros de equipo y miles de aficionados alrededor del mundo expresan su dolor y envían mensajes de solidaridad a la familia Jota Silva. Esta tragedia recuerda lo frágil que puede ser la vida y cómo una sola noche puede apagar sueños, goles y abrazos por celebrar. El legado de Diogo y André quedará vivo en cada hincha que los vio luchar por sus camisetas y en cada niño que sueñe con seguir sus pasos en la cancha.
