En una nueva emisión de Suba Alternativa, tuvimos el honor de entrevistar al abogado y consultor jurídico Juan Manuel Sáenz sobre un tema crucial y cotidiano: la vulneración de los derechos humanos en Colombia. A lo largo de la conversación, Sáenz compartió su visión sobre cómo, pese a no haber experimentado violaciones a sus derechos de forma personal, ha sido testigo directo de situaciones preocupantes a través de sus clientes. En particular, resaltó la problemática de las capturas ilegales, una realidad que muchos ciudadanos enfrentan día a día.
Sáenz explicó que los derechos humanos están directamente ligados a la dignidad de las personas. Desde su punto de vista, uno de los casos más evidentes de esta vulneración es el de las personas en situación de calle, cuyo estado mental y físico les priva de la posibilidad de ejercer sus derechos de manera plena. A pesar de que algunos derechos son inviolables, también señaló que existe un límite donde estos chocan con el bienestar y los derechos de otros. Es un dilema que plantea preguntas sobre la intervención estatal y el equilibrio entre libertad individual y convivencia social.
El abogado también profundizó en la situación de las personas privadas de la libertad en el país. En las cárceles, estaciones de policía y URIs, el hacinamiento y las condiciones inhumanas son una realidad cotidiana. Sáenz recordó que, aunque estas personas han cometido delitos, no pierden su calidad de seres humanos, por lo que sus derechos fundamentales deben seguir siendo respetados. Para él, el sistema penitenciario colombiano es un claro ejemplo de cómo el Estado vulnera los derechos humanos a través de la omisión y la falta de regulación adecuada.
Otro tema de relevancia fue la relación entre el narcotráfico y la violación de los derechos humanos. Sáenz destacó que este fenómeno ha sido una de las principales fuentes de violencia en el país, afectando gravemente a los más vulnerables, especialmente niños y mujeres. El narcotráfico no solo se traduce en violencia física, sino en la restricción de libertades fundamentales como el derecho a la movilidad, creando un ambiente donde la soberanía estatal es débil y la democracia no se ejerce plenamente.
En cuanto a la responsabilidad del Estado, el abogado subrayó que este puede ser responsable tanto por acción como por omisión. Cuando un ciudadano siente que sus derechos han sido vulnerados, puede recurrir a la acción de tutela, el principal mecanismo para la protección de derechos fundamentales. Además, Sáenz indicó que en casos más graves, como la privación injusta de la libertad o la pérdida de una vida en un centro carcelario, el Estado debe responder mediante reparaciones económicas.
Finalmente, el abogado hizo un llamado a la ciudadanía a ser conscientes de sus derechos, pero también de sus responsabilidades. El respeto por los derechos de los demás es esencial para vivir en sociedad, y como ciudadanos, tenemos la obligación de proteger no solo nuestros propios derechos, sino los de quienes nos rodean.