Un llamado urgente a las autoridades distritales hacen padres de familia del colegio Nicolás Buenaventura, ubicado en la localidad de Suba, debido al deterioro de la seguridad en los alrededores del centro educativo. Denuncian la presencia de personas que aparentemente comercializan y consumen drogas, además de constantes riñas, casos de bullying e incluso portación de armas.
La situación tiene en alerta a la comunidad educativa, que teme por la integridad de los estudiantes. Los padres de familia aseguran que se han presentado casos de jóvenes abordados por extraños que les ofrecen sustancias psicoactivas, y que las peleas callejeras en las inmediaciones del colegio son cada vez más frecuentes y violentas.
«No podemos permitir que nuestros hijos tengan que enfrentar esta situación a diario», manifiesta una madre de familia visiblemente preocupada. «Tememos que en cualquier momento ocurra una desgracia si las autoridades no toman cartas en el asunto». Piden mayor presencia policial, especialmente a la hora de entrada y salida de clases, para disuadir la presencia de delincuentes y garantizar la seguridad de la comunidad educativa.
También solicitan a la administración local implementar programas de intervención social que aborden las problemáticas de fondo que afectan la zona, como la falta de oportunidades, el consumo de drogas y la violencia juvenil. Consideran que la educación y la generación de espacios seguros para los jóvenes son pilares fundamentales para combatir la inseguridad y la delincuencia.
«No se trata solo de reprimir, sino de prevenir», señala un líder comunitario. «Necesitamos trabajar en equipo con las instituciones educativas, las familias y las autoridades para crear un entorno protector para nuestros niños y jóvenes». Hacen un llamado a la Secretaría de Seguridad, a la Policía de Infancia y Adolescencia y a la Alcaldía Local de Suba para que unan esfuerzos y brinden una solución efectiva a esta problemática que pone en jaque la tranquilidad y el futuro de toda una comunidad.
La comunidad educativa del Nicolás Buenaventura espera que su llamado sea escuchado y que las autoridades tomen medidas contundentes para devolver la tranquilidad a este sector de Suba. La seguridad de los estudiantes y la convivencia pacífica en el entorno escolar son prioridades que no pueden esperar. La comunidad está dispuesta a trabajar de la mano con las instituciones para encontrar soluciones efectivas a largo plazo, pero necesitan una respuesta contundente y oportuna por parte de quienes tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad y el bienestar ciudadano.
