¿Estafas a nombre de contratación del Metro de Bogotá y las fuerzas militares de Colombia?

¿Estafas a nombre de contratación del Metro de Bogotá y las fuerzas militares de Colombia?

Todo indica que se avecina un nuevo escándalo que augura un retroceso en la confianza hacia las instituciones públicas del país y de la capital, esta vez ciudadanos han señalado a un empresario colombiano y un empresario ecuatoriano, que estarían utilizando su influencia y cercanía con las empresas chinas adjudicadas para realizar diferentes tramos del metro de Bogotá.

Denuncian algunos ciudadanos, que creyeron en las promesas del empresario colombiano Rivelino Osorio Santos, quien se presentó desde el 2024 cómo representante legal de la empresa Mega consocio Empresarial SAS, asegurando que a dicha empresa que se encuentra legalmente constituida ante cámara y comercio, se le habían adjudicado millonarios contratos desde el metro de Bogotá y las fuerzas militares.

Con este precedente el señor Santos, atraía pequeños empresarios para que estos con la promesa de valor de los contratos, prestaran miles de millones de pesos a dicha empresa, con el fin de cumplir con los compromisos y requisitos que le exigen las instituciones públicas para poder ejecutar dichos contratos adjudicados.

La denuncia pública, también señala que se podría tratar de una banda de estafadores que durante años se han dedicado a utilizar el nombre de las instituciones y las ofertas públicas que se publican para que las diferentes empresas colombianas liciten para alcanzar una adjudicación ya sea de obras o servicios para entidades públicas del estado colombiano.

Al parecer, el señor Rivelino Osorio Santos estaría asociado con un ciudadano ecuatoriano, con el que se cree tiene contratos tercerizados desde las empresas chinas (La Check) que fueron las verdaderas adjudicadas para hacer los diferentes tramos del metro de Bogotá. El aparente empresario ecuatoriano, se ha convertido en una «ficha clave» para otorgar credibilidad a las operaciones fraudulentas que estarían en cabeza de Osorio. Este individuo, al ser presentado como contratante directo de los chinos como empresa tercerizadora para el metro, habría facilitado la recepción de dineros y promovido el engaño de las personas bajo la promesa de contrataciones y la posibilidad de ejecutar proyectos con el estado.

Del señor Rivelino Osorio Santos, se sabe que hasta la fecha utiliza direcciones de oficinas en la ciudad de Pereira y Bogotá, en esta última, cuenta con una oficina en el reconocido centro empresarial Nort Point, al norte de la ciudad, oficinas en las que habrían aumentado la fila de afectados, y que señalan estar siendo victimas de una estafa masiva, en las que se estima podrían aparecer más afectados.

Rivelino Osorio, y el ciudadano ecuatoriano son señalado de ser los coautores y cerebros de esta presunta organización dedicada a la captación de dinero por medio de promesas en la participación de contratos adjudicados por el Metro de Bogotá, las fuerzas militares de Colombia, así mismo entidades públicas como alcaldías y gobernaciones de las diferentes ciudades del país.

A Osorio Santos ya se le había señalado en ocasiones anteriores, a través de medios de comunicación y redes sociales, de haber utilizado diferentes maniobras para estafar a incautos ciudadanos relacionados con proyectos inmobiliarios y de obras civiles de departamentos como:  Tolima, Huila, Risaralda y ahora en Cundinamarca.

Cabe indicar que, a la fecha, contra Rivelino Osorio santos, cursan cerca de 30 denuncias ante la fiscalía general de la nación. Y contra el ciudadano ecuatoriano se han presentado quejas ante las oficinas del metro, puesto que una gran parte de las denuncias que han recibido los empresarios,, provienen del personal que ha laborado para su aparente empresa fachada, de la cual no pagan sueldos ni prestaciones de ley, proveedores de servicios, como tecnología, alquiler de vehículos, que fueron adquiridos para supuestamente prestar servicios para la ejecución de obras y subcontratos del metro en nombre del ecuatoriano, su novia colombiana y el empresario tolimense.

Lo que prende las alarmas aun más, son las afirmaciones que hacen algunos denunciantes, quienes sostienen que Osorio no actúa sólo, tiene de su lado como socio al ciudadano ecuatoriano, a la novia del ecuatoriano,  de la que se conoce es ciudadana colombiana y estaría conectada directamente con el Megaconsocio y el metro, también con miembros de su propia familia, al parecer una hija que vive en la ciudad de Ibagué y la esposa que vive en la ciudad de Pereira, quienes estarían conectadas con la empresa de forma indirecta. Así mismo, los denunciantes señalan que podría haber una red más amplia de estafa que incluiría supuestas coimas entregadas a diferentes entidades gubernamentales como fachada para atraer a los inversionistas, entre ellos, periodistas y pequeños empresarios del país. Este aspecto despierta inquietudes sobre la corrupción que podría estar permeando la imagen de entidades de la administración pública y privada del país.

La comunidad afectada, cada vez más indignada, hace un llamado vehemente a las autoridades, exige respuestas y justicia, clamando por una investigación exhaustiva que arroje luz sobre las prácticas de esta empresa «Megaconsorcio Empresarial SAS» y su ramificada red de complicidad, que los denunciantes personas aseguran estar conectada con los contratos del metro de Bogotá y las fuerzas militares de Colombia.

Las autoridades están bajo presión para actuar con rapidez y eficacia ante estas graves acusaciones, mientras que Rivelino Osorio Santos enfrenta un creciente escrutinio tanto legal como mediático, así mismo todos aquellas personas o empresas que se conecten con él en la celebración de diferentes negocios y contratos.

Este caso no solo es un llamado a la acción para defender a los ciudadanos de futuros fraudes, sino también un recordatorio de la importancia de la transparencia y la responsabilidad en el ámbito empresarial tanto público como privado.

A medida que se desarrollan los acontecimientos, la sociedad se mantiene alerta, esperando que la justicia sea servida y que los responsables sean llevados ante la ley. La protección de los ciudadanos debe ser la prioridad en la lucha contra el fraude y la corrupción.

By Wilson Castiblanco

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