La FIFA ha puesto a la Dimayor frente a una obligación inaplazable: reestructurar por completo el campeonato del próximo año. El organismo rector del fútbol mundial reiteró que todos los torneos domésticos deben terminar antes de junio de 2026, previo al inicio de la Copa del Mundo. El mensaje desde Zúrich fue directo y contundente, generando una sensación de urgencia entre dirigentes y clubes ante la necesidad de acelerar el calendario competitivo.
Con el Mundial a la vuelta de la esquina, la instrucción es estricta: ninguna liga podrá extenderse más allá de la primera semana de junio. En este contexto, la Dimayor confirmó que su programación tradicional quedará descartada. El presidente Carlos Mario Zuluaga señaló que ya no existe margen para improvisar y que deben actuar con rapidez. Según indicó, el torneo debe estar finalizado antes del 5 de junio, un plazo que exige cambios inmediatos en el formato del certamen.
Un rediseño profundo del campeonato
La entidad tomó la decisión de eliminar los históricos cuadrangulares semifinales del primer semestre, un formato arraigado en el fútbol colombiano durante décadas. También se descartó la vuelta de la fecha de clásicos, ya que su realización comprometería los tiempos exigidos. En su lugar, la Liga se disputará con 19 jornadas regulares y una fase final de eliminación directa entre los ocho mejores equipos, un sistema más corto y ajustado al calendario relámpago impuesto por la FIFA.
Este rediseño llega tras una temporada 2025 que concluyó el 29 de junio con el título de Independiente Santa Fe en el Atanasio Girardot, un desenlace incompatible con las nuevas reglas. La reducción del calendario no solo implica modificaciones deportivas, sino también repercusiones económicas: menos fechas significan menor taquilla y la pérdida temporal de algunas rivalidades tradicionales. Asimismo, los equipos deberán asumir una mayor exigencia física, con menos tiempo de recuperación entre jornadas y una intensidad obligatoria desde el arranque.
Un trancón de partidos aun con PlayOffs
Las escuadras que disputen torneos como la Copa Libertadores o la Sudamericana deberán coordinar sus agendas con precisión, pues estas competencias se jugarán en paralelo durante el primer semestre. Para los entrenadores, administrar las nóminas será un desafío clave, especialmente para quienes aspiran a competir en ambos frentes. Todo esto se enmarca en la intención global de la FIFA de garantizar que las selecciones nacionales lleguen al Mundial sin interferencias logísticas y con suficiente tiempo de preparación.
En última instancia, el fútbol colombiano se encamina hacia un semestre atípico, marcado por la disciplina que exige el ente internacional. Aunque algunos elementos tradicionales quedarán temporalmente fuera del calendario, la prioridad será cumplir con el ajuste global previo a la Copa del Mundo. La Liga deberá demostrar su capacidad de adaptación para mantener el nivel competitivo y garantizar un espectáculo acorde a las exigencias del 2026.















