Hernando Sánchez, quien era socio de Pedro Pechuga, fue asesinado el domingo 6 de abril en el norte de Bogotá, específicamente en la calle 140 con carrera Séptima, en la localidad de Usaquén. Según las primeras versiones de la Policía, Sánchez, de 62 años, fue ultimado de la misma manera que su amigo y socio, el esmeraldero Juan Sebastián Aguilar. Ambos fueron víctimas de francotiradores, y las autoridades no descartan que los crímenes puedan estar relacionados.
El crimen ocurrió cerca de las 4 de la tarde, cuando un francotirador disparó contra Sánchez en la vía pública. Al igual que el caso de Aguilar, el atentado se realizó desde una distancia considerable, lo que ha generado gran preocupación entre los residentes de la zona. La Policía ya ha comenzado a investigar, y se espera que los detalles del modus operandi ayuden a esclarecer el caso y encontrar al responsable.
Hernando Sánchez residía en un conjunto cerrado llamado Bosques del Marqués, justo al lado del apartamento donde vivía Juan Sebastián Aguilar. El mismo lugar donde, en agosto de 2024, el esmeraldero fue asesinado por un francotirador. Las autoridades no han descartado la posibilidad de que estos crímenes estén conectados, ya que el modo en que se ejecutaron los homicidios es casi idéntico.
La zona del crimen fue rápidamente acordonada por la Policía, que desplegó un operativo de búsqueda en los cerros cercanos. La presencia del Halcón, un helicóptero de la Policía, sobrevolando la zona, sugiere que las autoridades tienen razones para creer que el francotirador aún podría estar en las cercanías. A pesar de los esfuerzos por capturar al responsable, el terreno montañoso de la zona complica la operación.
El ataque a Juan Sebastián Aguilar ocurrió en circunstancias similares, cuando este se encontraba con su familia y escoltas saliendo de su residencia en una misa. Aunque el conjunto residencial contaba con vigilancia, la falta de cámaras de seguridad en la zona durante la noche dificultó la investigación. En el caso de Sánchez, parece que la dinámica fue muy parecida, lo que refuerza la hipótesis de que un francotirador podría estar actuando en esta área del norte de Bogotá.
Las autoridades distritales han indicado que este crimen podría tener vínculos con un atentado previo ocurrido en octubre de 2023 contra Pedro Pechuga. Sin embargo, aún no se ha determinado si estos hechos son parte de una misma ola de violencia o si responden a un ajuste de cuentas personal. Lo que es claro es que la tranquilidad en la zona está siendo puesta a prueba una vez más, y la comunidad espera respuestas rápidas para evitar que estos atentados se repitan.
