En un paso trascendental hacia el fortalecimiento de la economía campesina, familiar y comunitaria, la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) hizo entrega oficial del Distrito de Riego de Pequeña Escala de Chitarrán, ubicado en el municipio de Funes, Nariño. Esta obra, que supera los 1.830 millones de pesos en inversión, beneficiará directamente a 212 familias campesinas, marcando un hito en la modernización de la infraestructura rural del país.
La iniciativa, gestada por la ADR con el acompañamiento técnico de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el respaldo incondicional de la alcaldía de Funes, representa un esfuerzo mancomunado por dotar a las comunidades rurales de herramientas que impulsen su desarrollo. La rehabilitación integral del sistema de riego del Distrito de Chitarrán no solo se traduce en infraestructura física, sino en la promesa de una mejor calidad de vida y una mayor seguridad alimentaria para la región.
Recuperación Clave para la Producción Agrícola
Uno de los pilares de este proyecto fue la recuperación de la bocatoma sobre el río Angasmayo, fuente hídrica vital para la producción agrícola local. Pues esta intervención estratégica, sumada a la adecuación completa del sistema de conducción y distribución, asegura un uso más eficiente y sostenible del recurso hídrico, un factor crucial en un contexto de variabilidad climática. La garantía de un acceso constante y controlado al agua fortalece la resiliencia de las comunidades campesinas y optimiza sus procesos productivos.
Con la entrada en funcionamiento de esta moderna infraestructura de riego, las actividades agropecuarias en la región de Funes han recibido un impulso sin precedentes. Cultivos estratégicos como el frijol, la alverja, la mora, el aguacate y la cebolla cabezona, junto con la vital producción lechera, verán sus rendimientos potenciados. Esta mejora sustancial en las condiciones productivas se traduce directamente en un aumento significativo de los ingresos rurales, la garantía de la seguridad alimentaria y, en última instancia, una mejora palpable en la calidad de vida de las familias campesinas de las veredas Chitarrán, Chapal y La Mesa.
Testimonios que Hablan de Transformación
Tito Olimpo Guerrero Fuel, presidente de la Asociación de Usuarios del Distrito de Riego de Pequeña Escala de Chitarrán (Asochitarrán), entidad beneficiaria directa del proyecto, no ocultó su entusiasmo al referirse a la obra. «La implementación de este sistema de riego transformó nuestra cultura, nuestras prácticas agrícolas y nuestra calidad de vida. Optimizó el tiempo y la economía en las labores del campo. Antes dependíamos de otras alternativas para cargar agua; hoy contamos con desarrollo para nosotros y para las comunidades de las veredas Chitarrán, Chapal y La Mesa”, expresó Guerrero Fuel, destacando el impacto profundo que esta infraestructura bien planificada tendrá en la cotidianidad rural. Sus palabras resuenan como un testimonio del anhelo de progreso de las comunidades y de cómo proyectos bien ejecutados pueden marcar una diferencia.
Por su parte, Janier Realpe, profesional de la Unidad Técnica Territorial para Nariño y Putumayo de la ADR, enfatizó que la inversión no se limitó a la obra civil. «Este logro no se limita a la infraestructura física, es el resultado de un enfoque integral que abarcó procesos de capacitación técnica, asistencia en fontanería, entrega de plántulas, dotación de mobiliario de oficina y suministro de insumos para el mantenimiento del sistema. Igualmente todas estas acciones fortalecen la capacidad organizativa y productiva de los beneficiarios”, afirmó Realpe. Esta visión holística, que prioriza el empoderamiento de la comunidad y la preparación para la gestión autónoma de su desarrollo agrícola, es lo que diferencia este proyecto y asegura su sostenibilidad a largo plazo.
