El miércoles estaba marcado en la agenda del tenis colombiano como el día en que Daniel Galán y Nicolás Barrientos iniciarían su participación en el Challenger de Cancún, en México. La jornada prometía emociones desde temprano, pues ambos partidos se disputaban de manera simultánea y, además, abrían el programa del día. Sin embargo, la naturaleza tenía otros planes y la lluvia terminó robándose el protagonismo.
Daniel Galán, actual número uno de Colombia, inició su duelo en el cuadro principal contra el peruano Ignacio Buse, 140 del ranking mundial. El encuentro empezó parejo, con games resueltos sin mayores complicaciones para ninguno de los dos. No fue hasta el quinto juego que Galán logró un quiebre crucial, tomando ventaja en el marcador. Con paso firme, el santandereano mantuvo la diferencia y se puso 4-3 arriba.
El agua, la gran protagonista de la jornada
Justo cuando se disponía a sacar para ampliar la ventaja, las nubes descargaron su primer aviso. La lluvia comenzó a caer con fuerza, obligando a los jueces a suspender el partido de inmediato. Aunque las interrupciones son parte habitual del tenis, el momento del corte dejó un sabor agridulce, pues Galán parecía tener el control y estaba en una posición favorable para cerrar el set.
En paralelo, Nicolás Barrientos afrontaba su debut en el cuadro de dobles junto al belga Joran Vliegen. La pareja, tercera cabeza de serie del torneo, se midió ante Dalivor Svrcina de República Checa y Jesper de Jong de Países Bajos. Desde el arranque, el colombiano y su compañero mostraron contundencia, logrando dos quiebres seguidos para un sólido 3-0.
No obstante, sus rivales reaccionaron en el sexto juego, descontando y acercándose en el marcador hasta el 4-3. Con la pizarra en 5-4 a favor de Barrientos y Vliegen, y con la posibilidad de cerrar el set en sus manos, el cielo volvió a oscurecerse. Al igual que en el partido de Galán, la lluvia hizo su aparición para frenar las acciones.
Un día más de espera para los tenistas colombianos en México
Tanto jugadores como árbitros y público se mantuvieron a la espera durante varias horas, con la esperanza de que el clima diera una tregua. Sin embargo, la persistencia de la lluvia terminó por sentenciar la jornada. La organización no tuvo más remedio que suspender todos los encuentros programados y reprogramarlos para el jueves.
Este retraso no solo afecta la preparación física y mental de los tenistas, sino que también genera incertidumbre en el calendario del torneo, que deberá ajustarse para recuperar el tiempo perdido. Aun así, Galán y Barrientos confían en retomar la competencia con la misma energía y concentración que mostraron en los primeros juegos.
Los fanáticos colombianos deberán esperar un día más para ver a sus representantes en acción. Mientras tanto, la expectativa crece y la ilusión se mantiene intacta, con la esperanza de que la jornada del jueves se desarrolle sin interrupciones y permita a los nacionales seguir avanzando en tierras mexicanas.
