Habitantes de las localidades de Suba y Engativá denuncian el creciente deterioro del Humedal Juan Amarillo, uno de los pulmones verdes más importantes de Bogotá. La inseguridad, la proliferación de habitantes de calle y la acumulación de basura se han convertido en un panorama cotidiano, generando preocupación entre la comunidad. Los vecinos afirman que la presencia de grupos delincuenciales ha aumentado en los últimos meses, quienes aprovechan la falta de iluminación y vigilancia para cometer robos y otros actos delictivos.
La acumulación de basura y escombros también es un problema evidente. A lo largo del humedal se pueden observar puntos críticos donde se amontonan residuos de todo tipo, incluyendo plásticos, muebles viejos y materiales de construcción. Esta situación no solo genera un impacto visual negativo, sino que también representa un riesgo para la salud pública y un peligro para la flora y fauna del ecosistema.
Los habitantes de calle también han encontrado en el humedal un lugar donde asentarse, construyendo cambuches improvisados con materiales precarios. Si bien muchos de ellos se encuentran en situación de vulnerabilidad, su presencia ha generado molestias entre los vecinos, quienes señalan un aumento en la inseguridad y la presencia de sustancias psicoactivas.
Ante esta situación, la comunidad hace un llamado urgente a las autoridades locales para que se tomen medidas contundentes que permitan recuperar el humedal. Entre las solicitudes se encuentran el aumento del pie de fuerza policial, la instalación de cámaras de seguridad, la implementación de programas de limpieza y recolección de basuras, y la atención integral a la población habitante de calle.
Los vecinos aseguran que la recuperación del Humedal Juan Amarillo no solo mejoraría la calidad de vida de quienes habitan en sus alrededores, sino que también contribuiría a la protección de la biodiversidad de la ciudad. El humedal alberga una gran variedad de especies de aves, reptiles, anfibios y plantas, muchas de ellas endémicas y en peligro de extinción.
La comunidad espera que su llamado sea escuchado y que se implementen acciones concretas para devolverle al Humedal Juan Amarillo su valor ecológico, paisajístico y social. La recuperación de este importante ecosistema es un compromiso de todos los bogotanos.