Lo que comenzó como una actividad comercial informal en el parque ubicado en la Carrera 103B con calle 151 del barrio Turingia, en Suba, se ha convertido en un dolor de cabeza para los residentes del sector. La razón: la invasión del espacio público por parte de vendedores de comida caliente, quienes, según denuncias, pertenecerían a una organización de una iglesia cristiana.
Los habitantes de los conjuntos residenciales aledaños al parque se quejan del constante humo proveniente de las parrillas y freidoras, así como de la impregnante aroma a carne asada y chorizo que invade el ambiente durante todo el día. Cansados de la situación, exigen a las autoridades tomar medidas para recuperar el espacio público y garantizar el derecho a un ambiente sano.
La situación se agrava, según los denunciantes, por el daño ambiental que estaría generando esta actividad comercial. Afirman que un frondoso árbol que adornaba el parque se secó luego de que, presuntamente, los vendedores vertieran agua caliente y residuos de comida en su base. «Es lamentable que se esté afectando la naturaleza de esta manera», se lamenta una vecina.
Las quejas de los residentes no se limitan al humo, olores y daño ambiental. También denuncian la presencia constante de basura en el parque, a pesar de los esfuerzos de algunos vendedores por limpiar sus puestos. La falta de contenedores adecuados y la inadecuada disposición de los residuos genera focos de contaminación y atrae plagas.
Ante esta situación, la comunidad exige la intervención de las autoridades competentes, en particular de la Alcaldía Local de Suba y la Secretaría de Ambiente. Piden que se regule la actividad comercial en el parque, garantizando el derecho al trabajo, pero también el derecho de los residentes a un ambiente sano y al disfrute del espacio público.
Algunos vecinos se muestran preocupados por la posible influencia de la iglesia a la que pertenecerían los vendedores, pues temen que esto dificulte la intervención de las autoridades. «Esperamos que la Alcaldía actúe con imparcialidad y no permita que la religión se convierta en un escudo para evadir la responsabilidad», manifestó un residente.
La comunidad del barrio Turingia hace un llamado a la Alcaldía Local de Suba para que se realice una inspección en el parque y se tomen las medidas pertinentes para garantizar el orden, la limpieza y el respeto por el medio ambiente. Los residentes esperan una pronta solución a esta problemática que afecta su calidad de vida y el disfrute de su espacio público.