En obras de infraestructura para el sistema masivo de transporte Transmilenio, en obra física relacionada con malla vial principal y espacio público, y en la ejecución de obras de mantenimiento y conservación se han dado las mayores afectaciones del IDU durante las jornadas de paros y movilizaciones, adicionales a daños y hurtos presentados durante los hechos de violencia y vandalismo, en diferentes puntos de la ciudad.
La situación de orden público de los últimos días ha afectado negativamente a varios sectores de la economía. Sin embargo, la construcción, sector que había sido privilegiado en tiempos de pandemia al mantenerse activo, esta vez ha sufrido las consecuencias derivadas de las actividades de tipo social como protestas, manifestaciones, paros y vandalismo.
El 100% de las obras de construcción adelantadas por el Instituto de Desarrollo Urbano en Bogotá ha tenido afectación por la situación de orden público, pues todas han sufrido consecuencias directas o indirectas en su ejecución. La causa que más afectó, en ese sentido, fue la falta de mano de obra por la imposibilidad de movilización del personal. Esta situación particular se vio reflejada en el total de las obras tanto del del subsistema vial, como las del sistema Transmilenio.
La suspensión de suministro de materiales, también tuvo afectación en todas las obras de construcción, en relación con insumos de cantera, plantas de asfalto, etc, provenientes de municipios aledaños a Bogotá.
Las obras se vieron afectadas además por la suspensión de transporte de escombros, ya que los botaderos de material autorizados se encuentran en su mayoría en las afueras de la ciudad y con el paro camionero no se permitió la circulación.
Es importante mencionar que, en algunos casos, empresas que cuentan con su propia maquinaria y vehículos como volquetas o camiones, han visto impactada la movilidad de su flota por las vías de hecho de los protestantes, quienes acudieron a pinchar sus vehículos y amenazar con vandalización de los mismos.
Consecuencias directas para los subsistemas vial y de transporte
Como consecuencias directas se identifican actos de vandalismo, robos y saqueos, con diferencias importantes entre los dos subsistemas: vial y de transporte.
En el caso del subsistema vial, de los 19 proyectos que se encuentran en ejecución por parte del IDU, dos fueron afectados por actos de vandalismo y saqueos, en obras ubicadas principalmente en las localidades de Bosa y Chapinero. Dichos proyectos corresponden al 5% del total de 37 que se encuentran en ejecución.
En el caso de las obras de Transmilenio, se identifica que 4 proyectos, de los 18 a cargo del subsistema de transporte, correspondientes al 10% del total de proyectos IDU en construcción, sufrieron actos de vandalismo y saqueos.
Los 14 restantes se han visto afectados por la dificultad en la movilidad y reducción de la jornada laboral para garantizar el bienestar de los trabajadores; la escasez y el retraso en el suministro de material granular para ejecución de actividades previstas; los retrasos para llevar el material objeto de demolición a los botaderos y la dificultad para acceder a terreno a recolectar información para los proyectos que se encuentra en fase de preconstrucción.
Esto como producto de que el sistema de transporte masivo ha sido el blanco predilecto de las vías de hecho y acciones delictivas, en muchas más localidades.
Afectación grave en el 25% de obras de conservación
Una situación similar se presenta en la ejecución de los contratos de conservación, impactados por la situación, viéndose muy afectadas el 25% de las obras y regularmente afectadas el 38%. Esto en razón a que se ha visto disminuido el rendimiento y en algunos casos hasta la paralización de los frentes de trabajo, por falta de suministro de materiales como el asfalto; impedimento para el transporte de maquinarias; problemas para el desplazamiento del personal y horarios intermitentes de los sitios de disposición de materiales.
Adicionalmente se han generado daños en algunas infraestructuras, o a los materiales de obra, y a las obras ejecutadas, al igual que en la señalización tipo cerramientos, barricadas y demás objetos de control de acceso y seguridad.
Los costos aún no han sido cuantificaos. Los costos materiales resultan menos complejos por su naturaleza y en la actualidad son objeto de evaluación por parte de contratistas e interventorías. Pero los costos derivados de posibles prórrogas o de las suspensiones que ya se dieron, son complejos en su estimación y están supeditados a los soportes facilitados por los contratistas y las dinámicas y planes de choque que cada una de las obras adelante.