Para la Misión de Observación Electoral MOE, estas han sido las más exitosas elecciones en términos de la capacidad humana, representada en el compromiso de 3.340 observadores nacionales, pertenecientes a 287 organizaciones de la sociedad civil, y coordinados por 35 coordinadores y coordinadoras regionales que de manera voluntaria le quisieron hacer frente a la vigilancia del certamen electoral más complejo que tiene Colombia. Al mismo tiempo, junto a ellos estuvieron 53 ciudadanos extranjeros voluntarios de 18 nacionalidades apostados en 13 ciudades de 11 departamentos del país. Esta presencia nos permitió cubrir más del 80% del censo electoral y la votación mas importante del año.
Desde el punto de vista tecnológico, los observadores de la MOE utilizaron por primera vez una aplicación móvil para reportar irregularidades en tiempo real, facilitando la georreferenciación y una transmisión de información más eficiente. Esta herramienta se suma a www.pilasconelvoto.com que una vez más se convierte en el principal mecanismo de información que se pone al servicio de la ciudadanía para reportar irregularidades y presuntos delitos electorales.
Para la Misión de Observación Electoral MOE, este proceso electoral registra contundentes avances en materia de Seguridad relacionada con la no interferencia de los grupos armados en las elecciones. De igual manera, la MOE resalta los avances que se han logrado en participación ciudadana, deliberación electoral y en los resultados de las autoridades en la persecución de los delitos electorales.
Sin embargo, estas elecciones también demostraron los enormes retos que tenemos en la lucha contra la corrupción política y electoral, que se evidencia en la precaria información sobre la financiación de las campañas, en los poco claros criterios para el otorgamiento de avales por parte de los partidos políticos, en la participación en política de funcionarios públicos y en el impacto que tienen los contratistas en la contienda electoral.
En este proceso electoral se puso nuevamente de presente, la necesidad de reformar la obsoleta legislación que regula la contienda política, al punto de entorpecer la logística de las elecciones. De esta manera se reafirma la importancia de hacer una reforma política y electoral que permita fortalecer la capacidad de acción y vigilancia de las autoridades electorales, la tecnificación y modernización del sistema electoral, el fortalecimiento de la democracia en los partidos, así como su responsabilidad política.