Ciudad del Vaticano – Con la emotiva misa de cierre de los novendiales en honor al Papa Francisco, celebrada este domingo en Roma, la Iglesia Católica da paso a una semana que quedará marcada en su historia. Todo está listo para que comience el cónclave, el proceso que definirá quién será el próximo sucesor de Pedro.
La ceremonia final fue presidida por el cardenal Dominique Mamberti, proto diácono del Colegio Cardenalicio, quien será el encargado de anunciar al mundo el esperado “Habemus Papam”. En su homilía, Mamberti destacó el legado del Papa Francisco, su humanidad y el compromiso inquebrantable con la Iglesia, incluso en medio del dolor.
A partir de este lunes, los cardenales iniciarán las congregaciones generales, una serie de reuniones clave donde intercambiarán visiones sobre los retos actuales de la Iglesia. Estos encuentros, que se realizarán en doble jornada, preparan el terreno espiritual y práctico para el inicio del cónclave, previsto para el miércoles 7 de mayo.
La Capilla Sixtina será una vez más el escenario del momento más solemne y secreto del catolicismo. Allí, los 133 cardenales electores —todos menores de 80 años— ingresarán en total aislamiento para deliberar y votar, con la responsabilidad de elegir al nuevo Pontífice. Previamente, jurarán guardar silencio absoluto sobre todo lo que ocurra durante el proceso.
Cada día, se podrán realizar hasta cuatro votaciones. Si ninguna alcanza la mayoría necesaria de 89 votos (dos tercios del total), las papeletas serán quemadas y el humo negro saldrá por la chimenea, indicando que no hubo consenso. Cuando finalmente un candidato alcance la cifra, y acepte el llamado, el mundo sabrá que hay un nuevo Papa mediante la fumata blanca.
Este cónclave se da en un contexto particular: el Colegio Cardenalicio muestra signos de división, lo que podría alargar las deliberaciones. Sin embargo, también es un momento de apertura. Muchos de los cardenales fueron nombrados por el Papa Francisco y representan una Iglesia más diversa y global. El mundo observa con expectativa, a la espera de un líder que marque el rumbo espiritual de millones de fieles.
