El miedo de los ciudadanos del barrio ubicado en la localidad 11 de Bogotá, ha crecido en los últimos meses por el incremento de microtráfico de estupefacientes entre la calle 158 con carrera 133 y a causa de esto, la tranquilidad de los habitantes se ha visto afectada porque desde las horas de la mañana hasta la madrugada se evidencia la constante compra y venta de estos narcóticos.
Un residente de este sector, afirma que los contadores de energía son utilizados para guardar o esconder no solo los estupefacientes si no también el dinero recogido de la venta de la droga, el vecino resalta también que «la policía no se da cuenta de eso, de como esconden estos elementos, y que así, la policía no los va a encontrar fácilmente».
“La inseguridad por aquí se ha disparado en los últimos cuatro meses, puedo asegurar que desde que llegó un grupo de venezolanos y costeño al barrio Santa Rita, aumentó el peligro y la inseguridad”, manifestó a la Emisora Suba Alternativa un residente del sector de Santa Rita.
Varios puntos de importancia cercanos al barrio se han visto afectados como la iglesia y el Colegio San Basilio que se encuentra cerca al barrio Lisboa y más importante el colegio Villa Cindy en dónde la comunidad muestra un notable temor hacia las diferentes circunstancias que trae este microtráfico que se viene presentando desde hace más de 8 meses.
Se espera una pronta respuesta de las autoridades del sector para que se pueda tener la tranquilidad que los habitantes merecen en su barrio.
Por esto se pide mayor presencia y patrullaje de la Policía en el sector ya que se sienten indefensos ante tanto ataque y en general por la situación de inseguridad al comercio.
Escrito por Kevin Retamoso-Emisora Suba Alternativa
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