En el barrio Cataluña, en la localidad de Suba, la preocupación entre los vecinos va en aumento. En las últimas semanas, varios residentes han sido testigos de un modus operandi que tiene en alerta a la comunidad: ladrones en bicicleta que recorren las calles, aparentemente midiendo llaves y observando con detenimiento las casas del sector. Este comportamiento sospechoso ha encendido las alarmas y ha generado un clima de inseguridad que no se había vivido antes en esta tranquila zona.
Los habitantes de Cataluña han comenzado a organizarse para enfrentar esta situación. A través de redes sociales y grupos de WhatsApp, los vecinos se mantienen en contacto constante, compartiendo información sobre cualquier actividad sospechosa. Muchos han optado por instalar cámaras de seguridad en sus viviendas, mientras que otros han reforzado las cerraduras de puertas y ventanas, buscando protegerse ante la amenaza de estos delincuentes que parecen estar siempre un paso adelante.
La preocupación no se queda solo en Cataluña. Varios barrios aledaños también han reportado incidentes similares, lo que sugiere que estos ladrones en bicicleta podrían estar operando en toda la localidad de Suba. Los residentes han hecho un llamado urgente a la Policía para que incremente la presencia en las calles y refuerce los patrullajes, especialmente en horas de la noche, cuando la sensación de vulnerabilidad es mayor.
A pesar de los esfuerzos de la comunidad, la respuesta de las autoridades ha sido considerada insuficiente por muchos. Los vecinos aseguran que, aunque han reportado estos hechos en varias ocasiones, no han visto una acción concreta que disuada a los delincuentes. «Necesitamos más patrullaje, más presencia policial en nuestras calles», comenta María, una residente del barrio. «No podemos seguir viviendo con este miedo constante».
La situación en Cataluña es un reflejo de un problema más amplio que afecta a varias zonas de Suba. Mientras los vecinos continúan buscando soluciones y llamando la atención de la Policía, la esperanza es que las autoridades tomen cartas en el asunto antes de que la situación se agrave aún más. La comunidad sigue unida, pero la sensación de inseguridad es una sombra que crece día a día.
