Una mujer de 40 años fue víctima de hurto en un bus del SITP que transitaba por el sector de La Toscana a Lisboa, en la localidad de Suba. El robo ocurrió bajo la conocida modalidad del «cosquilleo», una técnica en la que los ladrones actúan con rapidez y discreción, aprovechando la distracción de los pasajeros.
Según relató la víctima, el bus iba lleno y, en medio del apretón, sintió cómo alguien se le acercaba demasiado. “Me pareció raro, pero como todos estábamos apretados, no pensé que fuera algo fuera de lo común”, explicó. Solo al bajarse del bus se dio cuenta de que su celular había desaparecido.
El cosquilleo consiste en extraer objetos personales como celulares o billeteras sin que la víctima lo note, generalmente en espacios con alta afluencia de personas. “Uno cree que está pendiente, pero en un segundo ya se llevaron lo que uno tenía más a la mano”, comentó la afectada, aún indignada por lo ocurrido.
Este caso no es aislado. Residentes de la zona afirman que los robos en buses del SITP se han vuelto cada vez más frecuentes, especialmente en horas pico. “Ya no se puede ir tranquilo en el transporte. Nos están robando todos los días y nadie hace nada”, afirmó un vecino de Lisboa.
La mujer decidió contar su historia para alertar a otros usuarios y pedir mayor presencia de las autoridades en el transporte público. “No es solo mi caso. Sé que muchas personas no denuncian, pero esto está pasando todo el tiempo. Ojalá mi experiencia sirva para que estemos más atentos”, dijo.
Ante esta situación, la comunidad pide que se refuercen los controles en las rutas más vulnerables y se haga seguimiento a las cámaras de seguridad en los buses. Mientras tanto, los ciudadanos siguen viajando con temor, esperando que la seguridad deje de ser una promesa y se convierta en una prioridad real.
