Jorge Enrique Sastoque, líder ambientalista de la localidad de Suba, en entrevista con la emisora Suba Alternativa, amplio sus declaraciones frente a su preocupación por el futuro de los humedales en Bogotá y en especial en lo que se refiere al Humedal de Tibabuyes y de La Conejera.
“En primer lugar, quiero manifestar una alarma a toda nuestra comunidad de la localidad y en especial a nuestros amigos y amigas defensores protectores de los humedales de Tibabuyes y La Conejera, una pequeña anécdota con el modelo económico que se impuso en el mundo y que aboga por el crecimiento económico y que no se escapa a nuestra realidad en términos de deterioro de nuestros recursos naturales renovables, de nuestros ecosistemas y de la sostenibilidad ambiental. Ese modelo económico ha causado y generado la perdida del 85% de los humedales del mundo, en un lapso que va desde 1900 a 2008 y que de manera preocupante, ha contribuido al cambio climático, afectando por supuesto las formas de vida de las especies tanto animal como las del ser humano, la salud, la economía, el entorno ambiental con graves consecuencias para la población mundial y a eso no escapa ni Bogotá, ni Suba ”, expresa Jorge Enrique.
Es así como en el año 2005, la Junta Administradora Local legisló y mediante el acuerdo 001 de ese año, creo el Sistema Local Ambiental, en donde se incorporaron el valle aluvial del río Bogotá, la reserva Tomas Van der Hammen, el Cerro de La Conejera, los Cerros Tutelares, los Humedales Guaymaral, Tibabuyes, La Conejera y fue así como en el año 2014 el Acuerdo 19 declaró estos espacios como reservas naturales, paisajistas y ambientales de Bogotá, pero que posteriormente en desarrollo del primer Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá según el Decreto 619 de 2000 se les cambio la categoría a parques distritales, categoría sumamente peligrosa para la sostenibilidad y la protección de los ecosistemas, ya que esta permite dar usos diferentes a la recreación pasiva, la contemplación y la conservación ecosistémica para la sostenibilidad ambiental del territorio, acelerando indiscutiblemente la pérdida de estos humedales” manifiesta Luis.
¿Qué hacer entonces por la defensa de éstos humedales?
Me parece una exposición de un panorama muy interesante que seguramente muchos bogotanos y la gran audiencia de Suba Alternativa desconocen, porque lamentablemente de este tipo de situaciones poco se informan los ciudadanos y pocos conocen conscientemente cuales son los efectos o los daños que se causan con esto, lo que se observa es que los humedales de la sabana de Bogotá, se modificaron de reservas naturales a parques recreativos, lo que implica obviamente no solamente un cambio en su naturaleza jurídica, sino también un cambio en sus objetivos de conservación, preservación, recuperación y protección, lo que permitirá el desarrollo de obras y de infraestructura que implica la construcción de canchas, pistas de ciclo-cross, una serie de elementos que no son naturales, sino que solo son invasivos para estas zonas, afectando notoriamente las condiciones y la posibilidad de supervivencia y sostenibilidad de sus especies causando un catastrófico e irreparable daño al medio ambiente.
En ese sentido, la defensa del medio ambiente no es exclusivamente de un sector político ideológico, sino que es un derecho y un deber de todos los sectores políticos, independientemente de su ideología porque está de por medio la sostenibilidad y la garantía de la vida de todas las especies, incluyendo la de los humanos.
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