Desde las primeras horas de este domingo, 8 de septiembre, más de 300 familias indígenas emberá que habían estado asentadas en el Parque Nacional de Bogotá comenzaron su proceso de retorno a sus territorios ancestrales. Alrededor de 280 familias se trasladarán al municipio de Pueblo Rico, en Risaralda, mientras que unas 40 familias serán reubicadas temporalmente en Bogotá. Este retorno marca un paso importante en la búsqueda de soluciones duraderas para las comunidades desplazadas, aunque persisten desafíos en torno a las condiciones de vida y la reintegración en sus lugares de origen.
El alcalde Carlos Fernando Galán supervisó el operativo interinstitucional del Distrito que logró la salida de la comunidad Emberá que vivía en el Parque Nacional de manera irregular. El trabajo entre el distrito y el Gobierno Nacional fue clave para que las familias retornaran a sus lugares de origen.
»Ha sido un esfuerzo para que sea un regreso digno, para que logremos una articulación entre el Gobierno Nacional y el Distrito. Vamos a acompañarlos en territorio, vamos a trabajar para que puedan reconstruir su vida en territorio», puntualizó el alcalde Galán desde el Parque Nacional.
Con el acompañamiento de siete entidades del Distrito, entre ellas la Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación de la ciudad, inició el retorno de la comunidad Emberá, que estaba en el Parque Nacional, a su territorio. Durante los últimos meses, se ha garantizado la prestación de servicios de salud, educación e integración social, con una inversión total cercana a los 6 mil millones de pesos.