La noche del pasado martes, en el barrio Almendros de Suba, una mujer fue víctima de un asalto mientras regresaba a su casa. El reloj marcaba las 11 de la noche cuando un ladrón en bicicleta la sorprendió, despojándola de sus pertenencias. El incidente ocurrió tras una jornada de protesta en los alrededores del Portal de Suba, lo que ha generado un fuerte sentimiento de inseguridad entre los vecinos de la zona.
La víctima, que prefiere mantenerse en el anonimato, relató que el ladrón la abordó de manera rápida y sin mediar palabra. «Estaba a punto de llegar a casa cuando sentí que alguien se acercaba por detrás. No tuve tiempo de reaccionar, solo sentí cómo me arrebató el bolso y huyó en su bicicleta», comenta aún con miedo en su voz. Este hecho ha encendido las alarmas en Almendros, donde los residentes ya venían reportando un incremento en los robos durante las últimas semanas.
Lo más preocupante para los vecinos es que el ladrón aprovechó la oscuridad de la noche y la poca presencia policial en el sector. Según testimonios de los habitantes del barrio, es común que los delincuentes se movilicen en bicicleta, lo que les permite huir rápidamente y dificultar la captura. La comunidad ha pedido a las autoridades locales que tomen medidas inmediatas para aumentar la seguridad en la zona, especialmente en horarios nocturnos.
Este no es un caso aislado en Suba, donde los robos en bicicleta han ido en aumento, particularmente en las noches, cuando la vigilancia es menor. La situación se ha vuelto insostenible para muchos residentes, que ahora sienten temor de salir a la calle incluso para realizar actividades cotidianas. «No es la primera vez que ocurre algo así en Almendros. Necesitamos que la Policía actúe antes de que la situación se salga de control», expresó otro vecino preocupado.
Los vecinos de Almendros esperan que este lamentable incidente sirva como un llamado de atención a las autoridades para que refuercen la seguridad en Suba. La comunidad no quiere vivir con miedo y confía en que, con la intervención adecuada, se pueda recuperar la tranquilidad que alguna vez caracterizó a este barrio. Mientras tanto, la preocupación sigue latente, y los residentes permanecen en alerta, temiendo que el próximo robo podría estar a la vuelta de la esquina.
