El Mundial Femenino Sub-20 de la FIFA, que se celebrará en Colombia del 31 de agosto al 22 de septiembre, se perfila como un evento de gran impacto económico para Bogotá. Las proyecciones del Distrito indican que la ciudad recibirá un estimado de $211.000 millones en ingresos, gracias a la llegada de más de 20.000 turistas nacionales e internacionales que disfrutarán del torneo. Este evento no solo será un festín futbolístico, sino también una oportunidad dorada para la economía local.
Bogotá será sede de dos importantes escenarios deportivos para el torneo: el Estadio El Campín y el Estadio de Techo. Estos recintos albergarán 24 emocionantes partidos, incluyendo el debut de la Selección Colombia y la gran final del campeonato. La expectativa es alta, y los dos estadios están preparados para recibir a una multitud entusiasta que animará a las selecciones en cada encuentro.
La secretaria de Desarrollo Económico, María del Pilar López, destacó en Blu Radio que el evento creará aproximadamente 9.000 empleos directos e indirectos, principalmente en los sectores de hotelería, gastronomía, transporte y comercio. “Estamos muy emocionados por el impacto económico positivo que traerá el Mundial. Estos ingresos y empleos no solo beneficiarán a los grandes negocios, sino que también impulsarán a los pequeños empresarios y comerciantes locales,” comentó López.
El Instituto Distrital de Turismo también espera un incremento notable en la ocupación hotelera durante el torneo. Según César Peláez, asesor del IDT, la ciudad cuenta con más de 27.000 habitaciones en más de 700 hoteles. La ocupación hotelera ya había mostrado un aumento del 5% en comparación con el año anterior, y con el Mundial, se espera que la tasa de ocupación llegue al 60-70%. Este incremento será una bocanada de aire fresco para el sector turístico de la capital.
El primer partido de la Selección Colombia será este sábado 31 de agosto a las 6:00 de la tarde en el Estadio El Campín. Los fanáticos están ansiosos por ver a la ‘tricolor’ enfrentar a Australia en su primer desafío, así como a Camerún y México en el transcurso del torneo. La energía en la ciudad está al máximo, y los preparativos están en su punto más alto.
En conclusión, el Mundial Femenino Sub-20 no solo promete ser un evento deportivo emocionante, sino también una inyección económica significativa para Bogotá. Con una alta afluencia de turistas y un aumento en la ocupación hotelera, la ciudad está lista para brillar en el escenario global y disfrutar de los beneficios que traerá este importante campeonato.