Una noche para el olvido vivió Atlético Nacional en su visita al imponente Estadio Beira Río, donde cayó estrepitosamente por 3-0 ante un Internacional de Porto Alegre que supo aprovechar las circunstancias para llevarse una victoria contundente en la segunda jornada del Grupo F de la Copa Libertadores 2025. Pese a un primer tiempo donde el conjunto verdolaga mostró solidez e incluso generó peligro, una polémica expulsión de Marino Hinestroza y dos penaltis en contra desdibujaron por completo el plan táctico del equipo dirigido por Javier Gandolfi, culminando en un resultado doloroso para las aspiraciones del club colombiano en el torneo continental.

El inicio del encuentro reflejó la intención de Atlético Nacional de no ser un mero espectador en territorio brasileño. Con una propuesta que buscaba incomodar al local, el equipo colombiano intentó presionar y generar oportunidades. Sin embargo, la velocidad y las transiciones defensa-ataque de Internacional pronto comenzaron a imponer condiciones, tomando el control del mediocampo y generando llegadas con peligro sobre la portería defendida por David Ospina.
El delantero Johan Carbonero se erigió como la principal amenaza del conjunto colorado en los primeros compases del partido. Su insistencia por la banda izquierda y sus diagonales crearon zozobra en la zaga verdolaga. Alrededor de la media hora de juego, Carbonero protagonizó una jugada individual que lo dejó mano a mano con Ospina, quien con una intervención providencial evitó la caída de su arco, manteniendo el empate parcial.
A pesar del dominio territorial y las ocasiones generadas por Internacional, Atlético Nacional logró sacudirse la presión en los quince minutos finales del primer tiempo. Las figuras de Alfredo Morelos y Marino Hinestroza comenzaron a gravitar en el frente de ataque, combinándose para generar aproximaciones al área rival. Sin embargo, la falta de precisión en el último toque impidió que el conjunto colombiano pudiera plasmar en el marcador ese despertar ofensivo, dejando el 0-0 como un resultado que, si bien no era ideal, representaba un buen negocio para los visitantes al descanso.
El panorama cambió drásticamente con el inicio de la segunda mitad. Internacional salió con una actitud avasalladora, buscando romper la paridad desde el primer minuto. Su insistencia encontró recompensa de manera temprana, cuando al minuto 50, el árbitro central sancionó un penalti a favor del equipo brasileño por una supuesta infracción de William Tesillo dentro del área. La decisión arbitral generó controversia entre los jugadores y el cuerpo técnico de Atlético Nacional, quienes consideraron la falta como dudosa.
Alan Patrick, con la serenidad que lo caracteriza, se encargó de ejecutar la pena máxima. Con un remate cruzado y raso, engañó por completo a David Ospina, quien se lanzó hacia el lado contrario, abriendo así el marcador para el Internacional y desatando la alegría en las tribunas del Beira Río.
El gol en contra pareció desestabilizar por completo a Atlético Nacional. El equipo colombiano perdió el orden táctico y la solidez defensiva mostrada en el primer tiempo. Para colmo de males, al minuto 69, el extremo Marino Hinestroza vio la tarjeta roja directa por una acción que el árbitro consideró como agresión. Esta expulsión resultó un golpe durísimo para las aspiraciones de remontada del conjunto verdolaga, privándolo de una de sus principales armas ofensivas.
Sin Hinestroza en el campo, la capacidad de ataque de Atlético Nacional se vio considerablemente mermada. El equipo se replegó en su propio campo, intentando aguantar el 1-0 adverso y buscando alguna oportunidad aislada para igualar el marcador. Sin embargo, esta estrategia defensiva terminó siendo contraproducente ante un Internacional que, con la ventaja numérica, elevó su nivel de juego y se lanzó con todo en busca de ampliar la diferencia.
La noche se tornó aún más oscura para Nacional cuando, al minuto 82, el árbitro decretó un nuevo penalti en contra del conjunto colombiano, esta vez por una mano dentro del área. Alan Patrick volvió a tomar la responsabilidad y, con un remate al palo contrario de su primer cobro, repitió la dosis ante un impotente David Ospina, colocando el 2-0 en el marcador y sentenciando prácticamente el encuentro.
Con un jugador menos y dos goles de desventaja, Atlético Nacional se vio completamente desdibujado en los minutos finales. Internacional olió la fragilidad de su rival y aprovechó la superioridad numérica para redondear la goleada. Al minuto 88, nuevamente Alan Patrick apareció en el área verdolaga para marcar su triplete personal, sellando el 3-0 definitivo con un remate certero que dejó sin opciones a Ospina.
Al final del encuentro, la frustración era evidente en los rostros de los jugadores y el cuerpo técnico de Atlético Nacional. La goleada sufrida en el Beira Río los deja con tres puntos en el Grupo F de la Copa Libertadores, cayendo a la tercera posición por detrás de Internacional, que ahora lidera la zona con cuatro unidades. El camino en el torneo continental se complica para el conjunto verdolaga, que deberá levantarse rápidamente de este duro golpe y enfocarse en su próximo compromiso, donde recibirá a Bahía, buscando redimirse ante su afición y recuperar terreno en la Libertadores. La noche en Porto Alegre dejó una lección amarga para Atlético Nacional, que deberá analizar los errores cometidos y trabajar arduamente para corregirlos si quiere seguir soñando con avanzar en el máximo torneo continental.